Después de superar el Covid-19 e incorporarse a la selección española que cayó en semifinales de la Eurocopa ante Italia, Sergio Busquets se encuentra de vacaciones a la espera de reincorporarse a la fase de preparación del FC Barcelona de cara a la próxima temporada.
La fecha prevista para su retorno es el 29 de julio, cuando deberá pasar los tests para descartar un nuevo contagio. Entretanto, las reuniones entre su agente, Josep Maria Orobitg y el director de fútbol, Mateu Alemany, se extenderían a lo largo de la semana en busca de un acuerdo.
El contrato de Busquets es válido hasta 2023 y contempla una salario en progresión con el fin de desahogar un poco las finanzas del club. Asimismo, el documento estipula una cláusula de rescisión con un importe de 500 millones de euros, una cifra prácticamente imposible de pagar por otro club a cambio de un futbolista de 33 años.
Busquets desea seguir en el Barça
Busi tiene la intención de continuar ocupando el centro del campo azulgrana, algo que también espera Ronald Koeman, quien insiste en un nuevo compañero para la zona medular del campo. El neerlandés necesita piezas de recambio ante el desgaste físico que puedan sufrir sus jugadores durante la próxima temporada.
En caso de no haber acuerdo entre el representante y el club, será el mismo futbolista quien se presente en las oficinas para dejar claro que quiere seguir vistiendo la elástica azulgrana y definir su situación mediante un acuerdo. De lo contrario, el escenario no sería favorable para un Barça urgido de centrocampistas.