El FC Barcelona ha fijado como prioridad para el próximo mercado de verano el fichaje de un extremo zurdo. Ante las dudas que genera el futuro de Nico Williams en el Athletic Club, la directiva azulgrana ha sondeado otras alternativas y una de las que más convence a Joan Laporta es Rafael Leao, por quien el mandatario ya ha realizado algún acercamiento el verano pasado.

Sin embargo, un obstáculo inesperado puede truncar los planes del Barça para ir a por el extremo portugués en 2025. Las últimas informaciones señalan el posible interés milanista en Xavi Hernández, después del flojo comienzo de temporada del equipo bajo la conducción de Paulo Fonseca. El conjunto 'rossoneri' no ha dejado una mala imagen en Champions (los 'rossoneris' siguen en zona de 'play off'), pero el rendimiento en la Serie A ha dejado mucho que desear.

El Milán es séptimo con 22 puntos, producto de 6 victorias, 4 empates y 4 derrotas, aunque con dos jornadas pendientes por disputar. El líder, Atalanta, está a 15 puntos (37), mientras que su vecino, el Inter, también le saca 9 puntos de ventaja con la misma cantidad de partidos disputados (14). Esto llevaría al club a dar un golpe de timón en enero y el ex técnico del Barça es una de las opciones que más convencen al presidente Paolo Scaroni. Esta decisión también sería clave en el futuro de Rafa Leao.

La posible salida de Paulo Fonseca, clave para el futuro de Rafael Leao

Y es que, hasta ahora, la relación entre el entrenador y el extremo ha sido muy complicada, más allá de compartir nacionalidad. La rigidez táctica de Fonseca ha molestado a Leao, un delantero que suele comprometerse poco con la recuperación, ya que prefiere gozar de libertad plena para atacar por el costado izquierdo. Aún así, el jugador de 25 años suma 6 goles y 6 asistencias en 20 partidos (1.413 minutos).

Si la directiva 'rossoneri' decide poner a Xavi en lugar del técnico luso en enero, Rafa podría cambiar de parecer con respecto a cambiar de aires lo antes posible en 2025. El extremo tiene contrato hasta 2028 y el Milán difícilmente le dejará ir por menos de 100 millones de euros, pero Joan Laporta confía en negociar un precio a la baja si el jugador se planta en favor de una propuesta culé el próximo verano.