El debut de José Mourinho en el Tottenham era uno de los grandes alicientes del sábado, y el luso no decepcionó porque se estrenó con triunfo. El de Setúbal regresó a la Premier League como mejor sabe, ganando, y repitió el confiado primer paso que dio en sus dos etapas en el Chelsea y en la más reciente en el Manchester United. El adiós de Mauricio Pochettino se digiere un poco mejor con la victoria ante el West Ham.
El compromiso en Londres enfrentaba a dos conjuntos necesitados, y la sonrisa se la quedaron los 'spurs'. En el Estadio Olímpico, los locales trataban de cortar una racha de ocho partidos sin ganar, pero fueron los visitantes los que se llevaron los tres puntos por primera vez desde el 28 de septiembre, lo que les permitió, además, obtener su primer acierto a domicilio desde el mes de enero.
El primer tiempo fue un paseo para los pupilos del portugués, que asustaron pronto y antes del descanso amarraron una buena ventaja. A Harry Kane le anularon un gol por fuera de juego en los primeros instantes del choque, y hubo que esperar a que pasara la media hora de juego para que un eléctrico Son Heung-Min estrenara el marcador tras una jugada iniciada por Dele Alli, recuperado para la causa.
El centrocampista inglés repitió poco después, para que justo antes de pasar por vestuarios, Lucas Moura aumentara la renta de los suyos. El de Milton Keynes cedió para el surcoreano y este colgó un centro al área, donde apareció el brasileño para remachar. A pesar de todo 'the Special One' celebraba las dianas con contención, y no se relajó hasta que vio claro que podía atar un buen botín en su lucha por la zona Champions.
Kane remata pero el Tottenham pide la hora
El Tottenham se las prometía muy felices en la reanudación, que se inició, esta vez sí, con un tanto legal de Kane. Serge Aurier lanzó un envío preciso y el de Walthamstow no perdonó con la testa. Parecía que sería una victoria sencilla para los 'spurs', aunque hubo que pelearla hasta el final porque el West Ham reaccionó y decidió que no iba a rendirse sin luchar. Estuvo cerca del empate, pero despertó demasiado tarde.
La diana de Michail Antonio no parecía preocupante, pero los de casa se revolucionaron y a punto estuvieron de meter en problemas a su rival. Mourinho tuvo la mal llamada fortuna de que el VAR le echara una mano anulando un tanto de Declan Rice, lo que sirvió para que el postrero gol de Angelo Ogbonna no tuviera mayores consecuencias. El triunfo llegó pidiendo la hora, pero acabó contando como otro más.