El centrocampista del Real Madrid y uno de los jugadores más talentosos del fútbol mundial en los últimos años, Luka Modric, fue el encargado de entregar el Balón de Oro 2019 a Leo Messi este lunes 2 de diciembre en París. El jugador merengue había ganado el premio en la edición de 2018, y ni siquiera fue nominado entre los 30 primeros clasificados este año.
Sin embargo, no dudó a la hora de aceptar la propuesta de 'France Football' de estar presente en la ceremonia para entregar el premio al vigente ganador, un Leo Messi a quien admira profundamente pese a jugar en clubes antagonistas. El croata considera a Messi un dignísimo sucesor, y de ahí que no haya hecho como otros y haya accedido a viajar a la capital francesa.
Cabe recordar que Modric acaparó todos los premios año pasado, arrancando con el premio que otorga la UEFA, después con el The Best de la FIFA y finalmente con el Balón de Oro que 'France Football' lleva entregando desde hace 64 años. Después de una muy mala temporada con el Real Madrid, poco a poco va recuperando el ritmo y en los últimos partidos está dejando buenas actuaciones.
Eso sí, sigue estando lejos del gran nivel que mostró el año pasado, y que le valió para ganar los galardones mencionados por delante de otras estrellas como el mismísimo Messi. Este lunes, sobre el escenario del Théâtre du Châtelet, Modric sonrió a Messi y le felicitó por la consecución del Balón de Oro 2019, en un gesto de caballerosidad que siempre se agradece.
Cristiano Ronaldo, la cara opuesta de la moneda
Cristiano Ronaldo, por el contrario, tomó la decisión -una vez más- de no acudir a la gala al saber que no sería el jugador premiado. Algunos creerán que es algo normal al estar inmerso en el día a día de la Juventus, mientras que otros pensarán que se trata de una falta de respeto hacia sus compañeros de profesión, y en especial hacia el actual ganador del premio, Leo Messi.
Probablemente 'CR7' no quería ver este lunes, en directo, cómo el argentino lograba el sexto Balón de Oro de su carrera deportiva y, con ello, le superaba para convertirse en el único jugador con seis Balones de Oro en toda la historia. Está claro que al luso le duele no ser el mejor, y de ahí que no haya querido acudir a la cita en París. ¿Habrá encendido al menos el televisor?