LaLiga está al rojo vivo y habrá que prestarle atención este fin de semana, pero el FC Barcelona ya mira de reojo a la Champions. Los catalanes estrenan su eliminatoria de octavos de final en el segundo turno, y tras medirse al Eibar el sábado 22 de febrero, el martes 25 (21:00, horario peninsular español), visitarán el estadio de San Paolo para afrontar otro complicado examen de nivel ante un desafiante Napoli.
Y es que, a pesar de que su temporada está marcada por los altibajos, los italianos están convencidos de que pueden dar la sorpresa en un cruce en el que tienen poco que perder y muchísimo que ganar. Ni siquiera doblaron la rodilla en algún partido en la fase de grupos, en la que terminaron apenas un punto por detras del Liverpool, el vigente campeón, a quien sometieron en casa (2-0) y con quien empataron en Anfield (1-1).
Desde entonces, eso sí, el conjunto partenopeo ha cambiado mucho, aunque el relevo en el banquillo no ha alejado por completo las dudas. La crisis institucional afectó a la plantilla y eso se notó también en los resultados, ya que Carlo Ancelotti fue despedido por sus desavenencias con el presidente, el polémico Aurelio De Laurentiis, pero también tras nueve partidos sin ganar, con siete empates y dos derrotas.
Tras tomarse un respiro en Europa, llegó Gennaro Gattuso, que espantó los fantasmas de octubre, noviembre y diciembre pero sólo en parte. Con el calabrés a los mandos se han combinado noches mágicas con fracasos sonados, lo que ha provocado que aún no se haya cogido el tren de los puestos internacionales. El billete a la Europa League está a dos puntos, pero la próxima Champions es una quimera porque está a 12.
Los refuerzos invernales le han sentado bien a la escuadra 'azzurri', que ya ha hecho debutar a Diego Demme, Stanislav Lobotka y Matteo Politano. Además, la advertencia de la Coppa Italia es muy clara para los culés, ya que pese al hundimiento en la Serie A, los napolitanos derrotaron al Perugia, a la Lazio y se adelantaron en su choque a doble partido con el Inter de Milán, al que tumbaron en el Giuseppe Meazza (0-1).
El Barça no puede despistarse en Champions
Aunque el calendario también le propone un Clásico por el camino, el Barça no puede despistarse en Champions, donde debe demostrar porqué es favorito sobre el terreno de juego. Si bien es cierto que su situación no es tan grave, los azulgrana también viven una campaña difícil en lo institucional y deportivo, por lo que tocará centrarse únicamente en el fútbol y dar un paso adelante para acercarse un poco más a la 'orejona'.