El equipo azulgrana está viviendo uno de los comienzos más difíciles en el campeonato doméstico pero en la Liga de Campeones la realidad es totalmente distinta. Es por ello que Ronald Koeman quiere seguir aprovechando su buen comienzo en Champions League para consolidar el sistema de juego 4-2-3-1, un parado táctico con el que, desde su llegada, ha declarado que el club culé tendrá mucho mayor equilibrio en la zona defensiva y variantes en el ataque.
Su siguiente partido será frente al Dynamo de Kiev, un encuentro en el que el conjunto catalán tendrá una gran oportunidad de desplegar todo su poderío ofensivo y afinar ciertos detalles en la defensa, pues el equipo ucraniano viene muy mermado porque, hasta el momento, tiene 13 bajas por positivos de Covid-19, una situación que perjudica aún más a un club que, a priori, llegaba a la tercera jornada con el papel de víctima.
Sin embargo, esta realidad no debe relajar al equipo azulgrana. Una de las claves para este encuentro será el juego por las bandas, una función que puede cumplir, de muy buena manera, tanto Ansu Fati como Ousmane Dembélé; este último viene de realizar una de sus mejores presentaciones con la elástica del blaugrana, en la pasada jornada, cuando se midió el Barcelona contra la Juventus. El francés, si es titular, deberá utilizar muy bien su velocidad y regate para desequilibrar a un equipo que tendrá que estar replegado desde el primer momento si desea sacar un punto en su visita al Camp Nou.
Creación de juego
Para este encuentro otro de los aspectos fundamentales será que Lionel Messi y Antoine Griezmann deberán concretar todas las jugadas de peligros que se les presenten, ya que, de esta manera, no solo ayudarán al equipo a obtener la victoria, sino que podrán salir del letargo goleador que ambos delanteros están sufriendo hasta el momento. En lo que va de la temporada solo se han visto algunos destellos de estos atacantes, pero esta situación podría cambiar para este encuentro, pues las bajas del conjunto ucraniano le permitirán crear muchas jugadas de peligro.
Sumado a esto, la última clave será la creación de juego, pues evidentemente la posesión del balón estará inclinada para los culés; un panorama que le favorecerá al mediocampo azulgrana. Los dirigidos por Koeman deberán aprovechar que la línea defensiva del Dynamo estará plagada de suplentes. Es por ello que se espera un equipo azulgrana muy ofensivo, en donde los laterales logren sumarse al ataque con mucha frecuencia, con el objetivo de abrir espacios, para que Messi o Frenkie de Jong nutran de pases entre líneas que dejen a Griezmann, Dembélé o Ansu Fati mano a mano con el portero rival.
El Barça debe mirarse en el espejo de Turín