Coutinho y Neymar, sonrisas y lágrimas en una final con sabor azulgrana

La historia suele recordar más a los vencedores que a los perdedores, pero en este particular cuento de la Champions League 2019-20 (para el Barça, más parecido a una pesadilla) seguramente se recuerde más la derrota de Neymar Jr que la victoria de Philippe Coutinho. Basta con recalcar que 'Ney' fue el buque insignia del PSG en sus aspiraciones por conquistar la 'orejona' este domingo, mientras que Coutinho entró avanzada la segunda mitad, como revulsivo, y apenas tuvo incidencia en el juego del Bayern Múnich.

A pesar de todo, el que acabó sonriendo fue el segundo y no el primero. Porque Coutinho, con la Liga de Campeones que ganó en Lisboa, puede celebrar a lo grande el primer título de semejante calibre que consigue en su carrera. Ni en el Liverpool ni en el FC Barcelona lo había logrado, y el éxito le ha llegado durante una curiosa cesión en el equipo bávaro, habiendo marcado un doblete al Barça en los cuartos de final.

Paradojas aparte, el que no está para historias es Neymar Jr. El astro brasileño abandonó el Barcelona en verano de 2017 con la voluntad de labrarse un camino propio y ganar trofeos como la Champions League y el Balón de Oro, creyendo que si se alejaba de Leo Messi tendría más posibilidades. El tiempo está demostrando que no es así, aunque sí es cierto que ha hecho historia al llegar a una final de Liga de Campeones con el PSG.

'Ney' acabó destrozado anímicamente tras el encuentro de este domingo ante los bávaros, y se le pudo ver llorar en el banquillo francés antes de que los comisarios de la UEFA hicieran entrega de las correspondientes medallas e insignias a los campeones y subcampeones.

Coutinho y Neymar, con las mismas Champions

Ahora, Neymar Jr y Coutinho tienen las mismas Champions: una. El primero, la que ganó con el FC Barcelona en la final de 2015 contra la Juventus (3-1), en Berlín. Y 'Cou' la de este domingo, en la que no ha sido un jugador trascendental para el Bayern pero, pese a todo, ha sido capaz de aportar su granito de arena y realizar algún que otro buen partido.

Coutinho ha sido, a lo largo de la mayor parte de la temporada, uno de los primeros cambios de Hansi Flick saliendo del banquillo. Sus estadísticas no son para nada malas, con 11 goles y 9 asistencias en los 37 partidos que ha disputado, la mayoría de ellos incompletos. El buen hacer de Müller, sumado a los imprescindibles Gnabry y Coman, no le han permitido gozar de más opciones. Y a ello hay que sumar a Perisic y al resto de grandes jugadores de esta plantilla bávara, que ya ha entrado en la historia del fútbol.