Además del FC Barcelona, otro club español consumó su eliminación el miércoles de la fase de grupos de la UEFA Champions League. El Atlético de Madrid no pasó del empate en el Wanda Metropolitano ante el Bayer Leverkusen (2-2) y, tras la sorpresiva goleada del Porto en Bélgica ante el Brujas (0-4), quedaron sin opciones matemáticas a falta de una jornada. En un partido loquísimo, los de Diego Simeone tuvieron la vida en sus manos sobre el final, pero tiraron todo por la borda.

Los rojiblancos plantearon el partido a cara o cruz desde el inicio y no tardaron en padecer por errores propios. Adam Hložek aprovechó un baló perdido por Antoine Griezmann para habilitar a su compañero Moussa Diaby, quien con un remate cruzado batió a Jan Oblak cuando apenas iban nueve minutos de partido. Más allá de la desventaja, el Atlético siguió presionando alto y no tardó en empatar.

Griezmann se reivindicó tras su error inicial y habilitó a Yannick Ferreira-Carrasco en el 22' para que el belga igualara las acciones con un potente derechazo. El partido era de ida y vuelta y a los locales les dio por complicarse más la vida sobre la media hora de juego. Callum Hudson-Odoi aprovechó otra mala salida 'colchonera' para definir totalmente solo y poner a los alemanes, nuevamente, en ventaja. Así se irían al descanso, a pesar de que ambos clubes desperdiciaron varias claras.

A los cinco minutos del complemento, Rodrigo De Paul volvió a establecer la igualdad con un auténtico golazo desde fuera del área. Parecía venirse la remontada rojiblanca y el Wanda explotaba, pero el Leverkusen logró contener el asedio de los locales y, entre los nervios y las habituales imprecisiones de los de Simeone, la última media hora se disipó sin más goles. El colegiado sentenció el final del partido en el 90+4', pero aún quedaban emociones por vivir.

Final absurdo en el Wanda

El VAR advirtió una mano del central Odilon Kossounou y Carrasco tomó el balón. No había tiempo para más, excepto para un penalti inesperado. El belga pateó mal y el portero Lukas Hrádecky detuvo el remate, pero el balón le cayó a Saúl Ñíquez, quien cabeceó directo al travesaño. Para colmo de la desgracia, Reinildo remató el rebote en el palo y su disparo se estrelló en el mismo Carrasco, marchándose desviado. Final absurdo en el Wanda, tan absurdo como que el Atlético no haya podido superar un grupo de Champions en el que los clasificados son Brujas y Porto. Desastre monumental. Y ojo, los 'colchoneros' pueden acabar últimos de grupo.