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Gareth Bale celebra un gol con el Real Madrid

LORIS KARIUS REGALÓ LA FINAL

Karius, Benzema y Bale le dan la decimotercera Champions al Real Madrid (3-1)

Publicación:26/05/2018 - 22:39h

Actualización:27/05/2018 - 20:42h

El Real Madrid es campeón de la Champions por decimotercera vez en su historia (2-1). Los blancos se impusieron a un Liverpool peleón que echó demasiado en falta a Salah, que se lesionó en una acción con Ramos. Benzema y Mané anotaron y Bale sentenció la final

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El Real Madrid es campeón de la Champions por decimotercera vez en su historia, tras imponerse al Liverpool en el Estadio Olímpico de Kiev (2-1). El partido tuvo dos partes muy diferenciadas, en las que los ingleses dominaron con Mohamed Salah y se perdieron tras la lesión del egipcio. Isco, Karim Benzema y Marcelo empezaron a construir y los 'reds' desaparecieron, con dos errores tremendos de Loris Karius que les acabaron de condenar. Aunque Sadio Mané igualó momentáneamente, Gareth Bale fue decisivo.

La final empezó en Ucrania con los hombres de Jürgen Klopp vestidos de favoritos, con un gran desempeño en la presión y mandando sobre todo un campeón de Europa. Sin espacios para jugar, los de Zinedine Zidane se empequeñecían mientras su rival rondaba el gol, acercándose al balcón del área pero sin encontrar tampoco huecos para disparar.

Tras el primer disparo con peligro de Trent Alexander-Arnold ocurrió la jugada que cambió el encuentro, porque en un forcejeo con Sergio Ramos, el central tiró del brazo de Mohamed Salah, que cayó, se golpeó el hombro y puso punto y final a su participación. Lo intentó el africano volviendo a entrar, pero tuvo que abandonar el terreno de juego entre lágrimas.

Lo que vino después fue la reacción madridista, con un equipo que creció a base de tocar, tocar y tocar en las botas de Isco, Karim Benzema y Marcelo. Antes del descanso hubo algunos sustos más, con otra lesión para Dani Carvajal, un gol anulado al francés por fuera de juego y un par de intentos que no encontraron portería.

Lorius Karius decanta la final para el Madrid

Lo que llegó tras el descanso fue una tortura para el Liverpool, con un Madrid que jugaba a placer y que cimentó su victoria en los regalos del guardameta rival. Nada más empezar la reanudación, la temblorosa defensa británica ya dejó un balón franco a Isco, que con la portería vacía y presionado por el cancerbero envió su disparo al larguero.

Poco después llegó la primera de las jugadas decisivas del arquero: Con el balón en las manos y dispuesto a sacar, Karius no se percató de que Benzema estaba atento, y su pase lo cortó el galo enviando el cuero mansamente hacia las redes. No se lo podían creer los de Klopp, que reclamaron falta por reclamar algo que tapara las vergüenzas de su portero.

Tocaron la campana los 'reds' y activaron el modo remontada, y jugando como si se tratara del minuto 85 empataron muy poco después. Un corner que puso en la olla un cabezazo de James Milner lo encontró Mané para desviar en boca de gol y hacer imposible la parada de Keylor Navas. Para mala suerte de los hoy visitantes, el guión no iba a cambiar demasiado.

Los únicos que mandaban eran los que vestían de blanco, y para colmo de males para los de rojo salió al campo Gareth Bale. La suplencia espoleó al galés, porque tres minutos después de salir y en apenas la segunda bola que tocaba convirtió un centro blandito de Marcelo en un golazo de chilena, quiza una de las dianas del año.

Se resistía el Liverpool a rendirse porque así lo quería Mané, y aunque Jürgen Klopp apuró sus cambios el senegalés la tuvo con un tiro que se fue al palo. Cristiano, desaparecido en toda la noche, se durmió en una que pudo ser la sentencia, Benzema la rozó y quien la puso fue de nuevo el de Cardiff, en otra aparición bochornosa de Karius.

El disparo desde la distancia del extremo 'merengue' llevaba veneno, pero las manos del guardameta alemán resbalaron como la mantequilla. No blocó, no despejó y, tras rozar con los guantes, alojó el esférico de nuevo en su portería, en la que también quedó enterrado en lágrimas. Los 'merengues' consolaron a los perdedores al final, y lo hicieron esta vez como tricampeones de Europa.