Hace una semana dudaban de él, pero Luis Suárez siempre responde cuando el equipo le necesita. Este miércoles, con 0-1 en el marcador tras el gol inicial de Lautaro Martínez, el charrúa dio esperanzas al Barça al empatar el partido al inicio del segundo tiempo, con un remate acrobático como sólo él sabe hacer. Sin lugar a dudas, uno de los mejores goles de la segunda jornada de la fase de grupos en Champions League.
El FC Barcelona había terminado el primer tiempo arrastrándose entre los tímidos silbidos del Camp Nou, pero salió en el segundo tiempo con una actitud diferente y Luis Suárez fue el claro ejemplo de ello, luchando por cada balón y anotando un golazo que le consagra como el máximo goleador del equipo en lo que va de temporada, con tres goles en Liga y dos en Champions League.
Porque el golazo acrobático que anotó fue seguido de otro a falta de pocos minutos para el final, con el que culminó la remontada culé. Pero, centrándonos en su primera diana, cabe resaltar su belleza y cierta similitud con el que recibió el FC Barcelona esta misma campaña en San Mamés, cuando Aduriz marcó en el descuento para provocar la primera derrota de los culés en LaLiga.
Esta vez, el golazo cayó del lado del Barça y Luis Suárez cambió radicalmente las caras en el Camp Nou. El FC Barcelona no había merecido ni mucho menos ir empatando el partido, teniendo en cuenta que el Inter pudo marcharse al descanso con una amplia ventaja en el marcador. Los culés, en cualquier caso, se activaron tras el gol de Luis Suárez y empezaron a asediar la portería de Handanovic.
El gol acrobático de Suárez, de un gran valor anímico
El valor de la primera diana del charrúa, más que empatar el electrónico, a la larga sirvió para ganar el partido. Porque dio al resto de jugadores la confianza y motivación necesaria para buscar los tres puntos, algo que el equipo tenía muy complicado al término del primer tiempo. El optimismo aumentó en cuestión de minutos, y el partido se le fue escapando de las manos al Inter de Milán.
Eso desquició a Antonio Conte, Alexis Sánchez y a uno de sus asistentes, que fueron amonestados por el árbitro Skomina antes de acabar el encuentro. El FC Barcelona elevó el nivel de intensidad, y eso se notó en una segunda mitad mucho más acorde a lo que esperaba el público. Faltará seguir ajustando detalles, sobre todo en defensa, pero al menos el Barça dormirá sabiendo que ha apagado un fuego. Gracias, sobre todo, al 'bombero' Suárez.