Si el FC Barcelona quiere estar en la final de la Champions League 2018-19 el próximo 1 de junio, en el Wanda Metropolitano, tendrá que frenar en semifinales a uno de los tridentes ofensivos más temibles del planeta: el que forman Mohamed Salah, Sadio Mané y Roberto Firmino. El Liverpool tiene la suerte de disponer de tres de los mejores atacantes del mundo, que juntos potencian todavía más sus habilidades.
Egipcio, senegalés y brasileño se complementan a la perfección en el ataque 'red', desarrollando mejor su potencial cuando tienen espacio para correr al contragolpe, aunque también con capacidad para asociarse y generar peligro en ataques estáticos. Mohamed Salah es magia y velocidad; Sadio Mané es regate, potencia física y olfato goleador; y Roberto Firmino es el ancla que nutre a sus dos compañeros de asistencias y espacios para ser aprovechados, con habilidad tanto para iniciar jugadas como para finalizarlas.
La defensa del FC Barcelona deberá poner toda su atención en frenar las acometidas del tridente 'red', especialmente en el Camp Nou. Recibir uno o más goles en el santuario culé sería una losa muy difícil de levantar, y podría decidir incluso la eliminatoria si el Barça no está inspirado en Anfield. Para poder pararles, sin embargo, la clave es conocerles bien:
Sadio Mané, desequilibrio y olfato de gol
A sus 27 años, el senegalés ya es una de las estrellas del momento. Esta temporada ha disputado 45 partidos, en los que ha anotado 24 goles pese a no ser esta su labor principal. 41 millones de euros pagó el Liverpool al Southampton hace unos años, y lo que más se valora de él es la efectividad y el compromiso. Sadio Mané nunca deja de correr, presionar y encarar a la defensa rival.
No tiene el 'glamour' de Mohamed Salah, pero leyendas como Jamie Carragher ya le han bautizado como "el mejor fichaje" de la era Klopp. En las últimas fechas se ha hablado sobre el interés del Real Madrid en ficharle, pero en Anfield están convencidos de retenerle. "Es imprevisible, pero también debe ser más constante", dijo hace unos años el actual seleccionador holandés, Ronald Koeman, quien le tuvo a sus órdenes en el Southampton.
Fue en mayo de 2015 cuando marcó el 'hat-trick' más rápido de la historia de laPremier League: tres goles en dos minutos y 56 segundos al Aston Villa. Jürgen Klopp pidió entonces su fichaje para el Liverpool, donde ha encontrado la estabilidad fútbolística y personal que necesitaba para que nadie le acuse de falta de regularidad, algo con lo que lidió en sus anteriores clubes. Aunque no es Salah, marca casi tantos goles como él y es capaz de jugar tanto en banda izquierda como en la derecha, aunque desde la llegada de Salah suele actuar de extremo zurdo.
Mohamed Salah, la magia que ilumina Anfield
A sus 26 años, el egipcio ya puede decir que ha sido tercero en una gala FIFA The Best. La pasada temporada luchó codo con codo con Leo Messi por la Bota de Oro, que finalmente se llevó el argentino. Este curso no está ofreciendo tan buenos números, aunque siguen siendo destacables. 48 partidos y 25 goles, algunos de ellos de muy bella factura.
El Liverpool pagó a la Roma 42 millones de euros por él en verano de 2017, y a las órdenes de Klopp ha logrado explotar. Actualmente es la gran referencia en el ataque del Liverpool, condicionado por su magia. Suele arrancar desde el flanco derecho -como Messi en el Barça-, pero tiene toda la libertad del mundo para desplegar sus habilidades por donde quiera. Klopp vio en él lo que no vieron otros técnicos como Mourinho, quien no le quiso para el Chelsea, que le cedió a la Fiorentina y, después, a una Roma en la que tampoco acabó de explotar, pese a algunos buenos partidos.
Ahora, Mohamed Salah ya es una de las 100 personas "más influyentes del mundo" según la revista 'Time', quien indica que. Jugó en Suiza, Italia y ahora en Inglaterra, donde es un ídolo. El FC Barcelona deberá atarle en corto sin caer, sin embargo, en acciones poco deportivas como la que protagonizó Sergio Ramos para frenarle en la final de la pasada Champions League. Si Salah hubiese podido seguir jugando... ¿Qué habría pasado?
Roberto Firmino, mucho más que un 'nueve'
A sus 27 años, el delantero brasileño ha jugado esta temporada 46 partidos y anotado 16 goles, aunque no sólo marca goles. El brasileño genera espacios que puedan ser aprovechados por Mané y Salah, les dota de asistencias e inicia jugadas ofensivas. Al más puro estilo de Benzema, Firmino no vive obsesionado con el gol y se dedica a jugar en beneficio del equipo.
Es capaz de bajar hasta el centro del campo para asociarse con sus compañeros y participar en la creación de las jugadas, algo con lo que alucina una de las leyendas del Liverpool, Steven Gerrard. "La gente no se fija mucho en él, pero para mí es la clave. Es el jugador más importante. A él le interesa igual dar una asistencia como lograr un gol. Es absolutamente genial cuando lo ves de cerca".
Firmino puede pasar desapercibido en algunos partidos, pero aparece cuando el equipo más le necesita. No llega a la eliminatoria contra el FC Barcelona al 100% físicamente, pero aun así el Barça deberá atar en corto sus movimientos si tiene minutos.