Aunque el gol inicial del FC Barcelona contra el PSG llenó de optimismo a todos los culés, la realidad es que el conjunto parisino no tardó en igualar el marcador en el Camp Nou. Y lo hizo, como era de esperar, a través de su mayor estrella sobre el césped: Kylian Mbappé. El delantero francés recogió un balón en el interior del área azulgrana, realizó un recorte rapidísimo que no pudo seguir Lenglet y batió a Ter Stegen por arriba.
1-1 y, tras cinco minutos de gloria, el Barça había visto cómo volvía a estar en tablas en el electrónico. El gol del empate fue un bálsamo para el PSG, que pasó a ejercer un dominio casi total durante el último cuarto de hora del primer tiempo, con varias ocasiones claras de gol que solo Ter Stegen y la fortuna evitaron que entraran en la portería azulgrana.
No tuvo tanta suerte el Barça en el segundo tiempo. Porque, al final, tantas fragilidades defensivas provocaron que el PSG obtuviera el premio merecido. Kylian Mbappé remató un balón desde la derecha ante el despiste de toda la defensa, y especialmente de un Sergiño Dest que llegó tarde a todos lados. El prodigioso delantero francés marcó un doblete, y bien podría haber marcado más goles en los minutos venideros.
El 1-3, sin embargo, no lo marcó él sino Moise Kean. El joven talento del conjunto francés remató, completamente solo de marca en el interior del área, un centro perfecto desde la banda izquierda, a balón parado. La confirmación de que el Barça, a pesar de contar con la presencia de Piqué en la zaga, sigue haciendo aguas por todos lados cuando defiende, ya sea en jugada o a balón parado.
De Bayern a PSG, y tiro porque me toca
Antes de que terminase el partido, sin embargo, Mbappé lograría su primer 'hat-trick' en Champions League. En una jugada de contragolpe, con el Barça totalmente muerto corriendo hacia atrás, 'Donatello' recibió un balón perfecto para, de primeras, armar un disparo potente y colocado que se coló prácticamente por la escuadra, poniendo el 1-4 definitivo y deshaciendo, casi por completo, cualquier posible esperanza de remontada.
1-4 y para casa. De nada sirvió forzar la reaparición de Piqué, ni poner el que presumiblemente podría entenderse como once de gala culé. La defensa hizo aguas por todos lados, el centro del campo desapareció por completo y Messi... ¿Dónde estaba Messi? Ni el argentino, ni Dembélé, ni Pedri ni absolutamente nadie apareció para salvar al Barça, en una goleada que recordó sin duda al 2-8 sufrido ante el Bayern... Al menos en cuanto a superioridad.