Finalizada la cumbre mantenida a primera hora de este martes entre los representantes del FC Barcelona y los responsables de sanidad de la Generalitat de Catalunya, reunidos junto a una representación de la Secretaria General de l’Esport, se ha tomado la decisión de que el Barça-Nápoles de la vuelta de octavos de final de la Champions League se disputará a puerta cerrada en el Camp Nou.
De esta manera se evitará el riesgo de contagio del coronavirus, que ya ha paralizado todo el deporte en Italia hasta el 3 de abril. El FC Barcelona tenía la intención de jugar con público, aunque finalmente acatará la decisión de las autoridades sanitarias como norma superior, debido a la gravedad de los hechos y al riesgo real de contagio. Desde el club azulgrana se transmite que la postura de la entidad es la de aceptar las medidas tomadas.
Eso sí, el daño económico para las arcas del FC Barcelona será de unos 4,5 millones de euros, al tener que devolver el importe de las entradas vendidas o que se pudieran vender aún. El club azulgrana se juega además el acceso a cuartos de final de la Champions, cuyo pasaporte tiene un premio de 10,5 ‘kilos’. El hecho de que el encuentro se juegue a puerta cerrada, por tanto, impedirá que los aficionados culés puedan animar al equipo de cara a la consecución del pase.
El presupuesto azulgrana, como cada temporada, estipula alcanzar como mínimo los cuartos de final en Champions, cosa que permitiría además otro ingreso por taquilla en el mes de abril. Pero visto lo visto, con la decisión tomada en las últimas horas y el auge del coronavirus, será complicado que en la siguiente ronda de la Copa de Europa -si el Barça se clasifica- el Camp Nou vuelva a abrir sus puertas al público.
Al Barça no le queda más remedio que aceptarlo
Este martes, el FC Barcelona estuvo representado en la reunión por el CEO de la entidad, Òscar Grau, Albert Soler, director de Secciones Profesionales (hay partidos previstos en los próximos días en el Palau) y Ramon Canal, jefe de los Servicios Médicos del club.
Asistieron además a la cumbre Laura Pelay, Secretaria General de Salut, y Gerard Figueras, Secretari General de l’Esport de la Generalitat de Catalunya, que este pasado lunes ya se pronunció sobre el posible cierre del Camp Nou de cara al encuentro ante el Nápoles. El FC Barcelona, en definitiva, tendrá que acatar las decisiones más allá del coste económico -y puede que deportivo- que puedan acarrear. El Barça-Nápoles, sin público. Ya es oficial.