MESSI ACABÓ COJEANDO
Patadón de Koulibaly a Messi, penalti y otro gol de Luis Suárez en Champions
Publicación:8/08/2020 - 22:09h
Actualización:8/08/2020 - 22:23h
Kalidou Koulibaly llegó tarde a la hora de despejar un balón, chutó el tobillo de Leo Messi, el VAR avisó al árbitro del penalti y Luis Suárez puso el 3-0 momentáneo en el marcador
Leo Messi fue el jugador más activo del FC Barcelona en la primera mitad contra el Nápoles, y no sólo por el golazo que endosó a los italianos en el minuto 23 y por la diana que, unos minutos después, le anularon por una mano que prácticamente nadie vio. Cuando el partido estaba al filo del descanso, el rosarino volvió a ser protagonista con un intento de robo que acabó en penalti a favor del equipo azulgrana.
El '10' cogió desprevenido a Koulibaly y, llegando por detrás, acertó al alargar el pie para robarle el balón justo cuando el defensor africano se disponía a despejar. Eso propició que el jugador del Nápoles chutase el tobillo de Messi en vez de la pelota, en un penalti que el árbitro Cüneyt Çakir tan sólo pitó después de verlo repetido varias veces en la pantalla del VAR.
Leo Messi, visiblemente dolorido y cojeando, cedió a Luis Suárez la responsabilidad de lanzar el penalti, y el delantero uruguayo no falló. Luis Suárez engañó a las mil maravillas a Ospina con una definición perfecta, que sirvió para colocar el 3-0 momentáneo en el marcador.
Se trata del cuarto gol que anota esta temporada 2019-20 Luis Suárez en la Champions League, confirmando así que vuelve a estar entonado en la máxima competición continental de clubes, más allá de que aún tenga problemas para ver puerta lejos del Camp Nou. El uruguayo acumula así 197 goles como culé, y se sitúa a tan solo tres goles de la cifra redonda de los 200, que podría conseguir esta misma temporada si el Barça sigue avanzando en Champions.
Gol de penalti de Luis Suárez... y otro de Insigne
Ante el Nápoles, el charrúa asumió la responsabilidad de la pena máxima y, tras celebrar el gol con sus compañeros, preguntó a Messi qué tal estaba. No sólo él, sino también Quique Setién y Sarabia desde el banquillo. El argentino pidió paciencia, se probó durante el tiempo añadido de la primera mitad y ofreció sensaciones positivas, pues se marchó ya sin cojear a los vestuarios y saltó al campo en el segundo tiempo.
Antes de que todo eso sucediera, sin embargo, el Barça sufrió un gol en contra. Dries Mertens provocó un penalti inocente de Rakitic, al llegar antes que él al balón, y Lorenzo Insigne fue el encargado de transformar la pena máxima para reducir distancias en el marcador. 3-1 al descanso.