La polémica no faltó en la definición del segundo finalista de la UEFA Champions League. El Real Madrid se impuso ante el Bayern Múnich por un doblete de Joselu (2-1), pero los bávaros reclamaron un gol de Matthijs de Ligt en el descuento anulado por un fuera de juego previo que dejó muchas dudas sobre un posible robo al conjunto alemán. La polémica, fundamentalmente, vino por la apresurada sentencia del juez de línea.
Sobre el minuto 90+12, un balón largo pilló a Müller, De Ligt y Mazraoui lanzados al ataque en busca del empate. Mendy y Rüdiger cubrían el fondo blanco y el central parecía habilitar a todos los jugadores bávaros, pero el línea levantó la bandera al primer contacto de Mazraoui con el balón y toda la zaga blanca se desentendió de la jugada, incluyendo al propio Lunin, por el silbato del principal Szymon Marciniak.
Inexplicable error del juez de línea en el descuento
La brutal polémica radica en la decisión del juez de línea de levantar la bandera al comienzo de la jugada, en lugar de dejar que la acción continuara, según indica el reglamento. Marciniak pita siguiendo la indicación del auxiliar y, después, el VAR tampoco intervino al tratarse de una acción previamente invalidada. El papelón arbitral vino precedido de un descuento interminable, otro ingrediente para la polémica.
El principal polaco inicialmente añadió nueve minutos. Después, indicó dos más para compensar el tiempo perdido en los festejos del segundo gol de Joselu y el ingreso de Militao por Bellingham. Al final se jugaron 15 de añadido y los jugadores del Bayern terminaron desquiciados reclamando un gol que habría enviado el partido al alargue. En la zona mixta, De Ligt explotó calificando la decisión de "vergonzosa".