¿Qué sería una vuelta de semifinales de Champions League sin polémica? Mucho se había hablado del arbitraje durante la previa del Real Madrid-Bayern Múnich de este martes, y lo cierto es que la controversia apareció de manera forzada en la primera mitad. Porque, cuando todavía no se había llegado a la media hora de encuentro en el Santiago Bernabéu, el Bayern pudo ser perjudicado por una decisión arbitral.
El colegiado turco Cüneyt Çakir no vio nada punible en una caída de Robert Lewandowski en el interior del área de Keylor Navas, en mitad de una pugna con Sergio Ramos. La repetición pareció mostrar que, en el forcejeo, Ramos habría arrastrado con la pierna al delantero polaco, provocando su caída y el desquicio del propio jugador bávaro ante la inoperancia del árbitro.
Y es que Çakir no señaló la posible pena máxima y dejó que el partido se siguiera jugando como si nada, a pesar de las reclamaciones que llegaron también desde el banquillo de Jupp Heynckes, y que de nada sirvieron.
Sergio Ramos, en este sentido, tuvo suerte de que Çakir no hiciese sonar el silbato y señalara una pena máxima que fue discutible, dado que Lewandowski se marchó al piso muy rápidamente, nada más sentir el contacto con Sergio Ramos.
El Bayern Múnich, perjudicado
La cuestión es que la primera polémica del partido cayó de cara para el Real Madrid, teniendo en cuenta que ni el colegiado ni ninguno de sus ayudantes vieron nada punible ante las protestas de los jugadores del Bayern, y en especial de Robert Lewandowski.
Sergio Ramos le dijo al polaco que se levantara, y con el paso de los minutos dicha polémica se olvidó hasta que apareció otra mucho más clara, las manos de Marcelo en el interior del área que fueron penalti, y que el colegiado Çakir tampoco decidió pitar. Así dos jugadas polémicas resueltas en contra del Bayern Múnich, que se suman a las del partido de ida.