Para el próximo miércoles día 18 de marzo -es decir, en apenas una semana- estaba previsto el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League entre el FC Barcelona y el Nápoles, después de que en el encuentro de ida, catalanes y napolitanos empatasen a un gol (1-1) y dejasen la eliminatoria completamente abierta de cara al segundo duelo.
A principios de esta semana, el FC Barcelona acordó con la Generalitat de Catalunya que el partido se jugase a puerta cerrada, después de la voluntad del gobierno catalán ante el riesgo que suponía la disputa normal del encuentro tras los alarmantes datos de propagación del coronavirus. No obstante, hay indicios reales de que el partido pueda acabar suspendiéndose.
Las autoridades españolas han impuesto restricciones totales en los viajes entre España e Italia, una medida que ya ha supuesto que la UEFA haya decidido suspender dos partidos de la Europa League: el Sevilla-Roma y el Inter de Milán-Getafe. En el primer duelo, el equipo italiano no ha tenido acceso a terreno andaluz por el criterio mencionado, mientras que en el segundo el propio Getafe ya se negaba a jugar.
Por ello, la UEFA se vio obligada a suspender los dos encuentros y, por el momento, no tienen fecha de disputa. "Como resultado de las restricciones en los viajes entre España e Italia impuestas por las autoridades españolas, los partidos entre Sevilla y Roma e Inter y Getafe de la ronda de octavos de final no se disputarán como estaba previsto mañana, 12 de marzo de 2020", rezaba el comunicado de la UEFA.
Desde Italia, se permitía como excepción el poder viajar "por motivos de trabajo", pero ni así pudo darse la llegada de la delegación romanista. Por la misma regla de tres y siguiendo el mismo criterio, el Nápoles tampoco podría aterrizar en Barcelona para disputar el partido de vuelta de octavos en el Camp Nou. Aunque queda todavía una semana para la fecha prevista para el encuentro, este tiene posibilidades reales de ser suspendido.
Alternativas para la no suspensión
Según las informaciones publicadas por el diario Sport, el Nápoles podría buscar vías alternativas para acceder a Barcelona eludiendo territorio español como, por ejemplo, viajar por Francia o desplazarse por carretera. Sea como sea, las opciones de que el partido no se acabe jugando en la fecha prevista son cada vez mayores.