Razones para confiar en que el Barça por fin vuelva a pelear por la Champions

Después de dos temporadas para el olvido, en la 2023/24 no hay excusas para el FC Barcelona a nivel internacional. Tanto la plantilla como el cuerpo técnico han aprendido de los errores del pasado y, con los refuerzos llegados en verano y un sorteo muy favorable, todo parece alinearse en favor de los intereses culés. Para el Barça, la obligación pasa por liderar el grupo y, a partir de febrero, llegar al menos a cuartos.

Y es que, después de dos años consecutivos bajando a la Europa League, el club no puede darse el lujo de consumar un nuevo fracaso europeo. La directiva logró eludir la crisis financiera con cinco fichajes que responden a las exigencias de Xavi Hernández y, aunque la plantilla es levemente más corta que en la 22/23, el equipo está armado conforme a lo que el cuerpo técnico tenía en mente. En ese sentido, está claro que ni Oporto, Shakthar o Amberes están en igualdad de condiciones para competir con el conjunto blaugrana.

Una defensa sólida después de mucho tiempo

La temporada pasada, el Barça tuvo dos caras a nivel defensivo: en Liga fue un cerrojo, con apenas 15 tantos encajados en las primeras 33 jornadas. En Champions, el equipo quedó fuera con 12 tantos recibidos en seis partidos. Ahora, con las llegadas de Iñigo Martínez y Joao Cancelo, principalmente, el club vuelve a tener una defensa sólida y 'top' después de mucho tiempo, además de contar con el mejor portero en Europa en este momento (Ter Stegen).

El luso es una garantía en el carril derecho, mientras Alejandro Balde luce cada vez mejor por izquierda. En el centro, la dupla Araújo-Koundé es la que da más confianza, pero Iñigo y Christensen están listos para rendir cuando se les requiera. Y, además, están Marcos Alonso y Sergi Roberto, dos jugadores que no pasan por su mejor momento, pero con la experiencia y jerarquía necesarias para ayudar al grupo.

La sociedad Gündogan-Pedri y un centro del campo más equilibrado

En el centro del campo, las salidas de Busquets, Kessié y Pablo Torre dejan menos variantes disponibles, pero la rápida adaptación de Oriol Romeu y el gran momento de Frenkie de Jong dan tranquilidad. Y, en la creación, Pedri cuenta este año con Ílkay Gündogan, un socio ideal para el juego culé. El fichaje del ex capitán del Manchester City es un lujo y el Barça espera sacar el máximo rédito posible de su sociedad con el canario, siempre y cuando al '8' le respeten las lesiones.

Como revulsivo, Gavi apunta a ser el 'tapado' para dar frescura al centro del campo. Incluso Cancelo y Sergi Roberto pueden hacer los deberes adelantando líneas cuando se les necesite. También puede ser clave el aporte de Fermín López, un jugador que se ha ganado el puesto tras un verano estupendo. En comparación a la temporada pasada, hay menos profundidad, pero más calidad disponible en la medular.

El Barça sigue teniendo mucho poder ofensivo

En cuanto a la delantera, el club sigue sin contar con un '9' suplente de Robert Lewandowski, pero la explosión de Lamine Yamal y la llegada de Joao Félix deben hacer olvidar rápidamente las ausencias de Ansu Fati y Ousmane Dembélé. Raphinha deberá luchar con el luso por un puesto, mientras Ferran Torres buscará hacerse un hueco a base de goles viniendo desde el banquillo. Los baches goleadores de 'Lewy' preocupan y hay menos variantes disponibles que hace un año. Sin embargo, aún hay suficiente poder ofensivo como para hacer la diferencia en Europa.

Un cuerpo técnico con más experiencia

Para Xavi, esta será su segunda temporada completa en el Barça. Después de los palos sufridos en 2021 y 2022, además de los fiascos en Europa League, el cuerpo técnico tiene bien aprendida la lección. Asimismo, la obtención de LaLiga dio más confianza al proyecto que lidera el de Terrassa. No es lo mismo encarar la Champions siendo cabeza de serie y el club ya aprovechó los beneficios de estar en el bombo 1 del sorteo con un grupo muy accesible.

Este es el momento para recuperar el prestigio perdido. Paso a paso, pero con una mentalidad ganadora. En Champions no se puede especular ni regalar nada y hay que salir con lo mejor que se tenga. Si las lesiones vuelven a complicar el panorama, hay profundidad suficiente para salir adelante. Y, de ser necesario, se puede buscar algún refuerzo en invierno, pero primero hay que hacer los deberes asegurando el liderato del grupo.