Si hay un jugador que se ha convertido en sinónimo del término 'récord', ese es Lamine Yamal. A día de hoy, el de Rocafonda ha acumulado una notable cantidad de marcas de precocidad rotas. Su combinación de juventud y talento estelar le ha permitido apropiarse de cuantos registros ha podido, y aún le queda una larga carrera por delante. Siguiendo estos presagios, da la impresión de estar encaminado a convertirse en la próxima gran estrella culé, prometiendo un futuro verdaderamente exitoso e ilusionante.
Sin embargo, hay una marca que no podrá añadir a su lista de logros. ¿Cuál es? Pues el delantero hispano-marroquí ya no podrá convertirse en el goleador más joven en la historia moderna (a partir de 1992) de la UEFA Champions League, récord que actualmente sigue en posesión de uno de los canteranos más prometedores que han surgido de La Masia en los últimos tiempos.
El récord histórico del goleador más joven en la Liga de Campeones pertenece actualmente a Ansu Fati, del FC Barcelona. El de Bisáu convirtió la anotación de la victoria contra el Inter de Milán (1-2) el 10 de diciembre de 2019, a la edad de 17 años, un mes y nueve días. Este récord anteriormente estaba en poder del delantero ghanés Peter Ofori-Quaye, quien facturó una diana a los 17 años, seis meses y 10 días para el Olympiacos contra el Rosenborg BK el 1 de octubre de 1997.
¿Por qué Lamine Yamal no podrá romper este récord de precocidad?
Ahora, ¿por qué Lamine Yamal no podrá romper este récord? Sencillo, ya que aunque el hispano-marroquí sigue siendo un jugador clave para el FC Barcelona y, a menos que ocurra alguna situación imprevista, participará en el próximo partido de la UEFA Champions League contra el AS Mónaco en el Estadio Luis II.
Sin embargo, si llegara a marcar contra el equipo monegasco, Lamine Yamal lo haría con 17 años, dos meses y seis días, superando la edad con la que Ansu Fati logró este hito. Hay que recordar que el '19' estuvo cerca de alcanzar este récord en más de una ocasión durante la temporada 2023/24, teniendo 10 ocasiones en las que, a pesar de dar dos asistencias y jugar 579 minutos en la Champions League, no logró convertir.