Mohamed Salah jugó este sábado la final de la Champions League 2018-19, contra el Tottenham, con la del año pasado también en la cabeza. El atacante egipcio salió especialmente motivado ante los 'spurs' en el Wanda Metropolitano, y tardó poco más de un minuto en estrenar el marcador desde el punto de penalti, con un disparo potente que rozó Lloris.
La gran estrella del Liverpool aprovechó unas manos discutibles de Sissoko en el interior del área, cuando tan sólo habían transcurrido 25 segundos de partido. El colegiado del partido, Damir Skomina, no lo dudó a la hora de señalar la pena máxima y el VAR le dio la razón, a pesar de que algunos entendieron que la mano fue especialmente rigurosa.
Analizando el reglamento de la UEFA para este tipo de situaciones, se puede deducir que el árbitro acertó, dado que Sissoko acudió a la acción con el brazo extendido y con la intención, se supone, de cubrir más espacio del habitual.
"Las manos rebotadas que impactan en la mano o brazo del jugador, como principio, por su total involuntariedad, no serán sancionadas, pero si observamos que, desde el inicio de la jugada, el defensor, con una clara intención de cubrir más espacio, eleva o despega claramente su/s brazo/s o manos y el balón impacta en esa zona de su cuerpo, será sancionado tanto técnica como disciplinariamente conforme a las reglas de juego", especifica el artículo número 6 -apartado b- del protocolo de actuación.
Salah desequilibró una primera parte disputada
El caso es que Salah, que fue el protagonista de la última final de Champions por su lesión, lo fue también en los inicios de la final de este sábado 1 de junio en el Wanda Metropolitano... Aunque esta vez por lo que mejor sabe hacer: marcar goles y liderar a su equipo.
Quinto gol de Mohamed Salah en la presente edición de la Champions League, que celebró como un loco junto a sus compañeros. El Liverpool se marchó al descanso dominando el marcador en el Wanda Metropolitano, gracias a la jugada aislada del penalti. Durante el resto de los minutos del primer acto, puede decirse que la igualdad reinó entre ambos equipos, aunque los 'spurs' apenas se acercaron a la portería de Alisson.