¡Una derrota para creer! El 'KO' del Barça en Champions, opuesto a los anteriores pese a la goleada

La rigurosa expulsión de Ronald Araújo antes de cumplirse la media hora del partido de vuelta de cuartos de final entre el FC Barcelona y Paris Saint-Germain condicionó la eliminatoria y acabó dejando con las manos vacías al equipo azulgrana. Sin embargo, y pese a esa inferioridad numérica, los culés reaccionaron en el complemento y gozaron de un par de oportunidades para intentar forzar la prórroga.

Los de Xavi Hernández, aún con más orgullo que juego, resistieron ante un PSG físicamente muy superior por el hecho de jugar casi siempre con un jugador más y solo hasta el 1-4 final, anotado por Kylian Mbappé cerca del minuto 90, el conjunto azulgrana soñó con forzar la prórroga. Esa sensación que los culés transmitían en el campo quedó muy lejos de los fracasos europeos que el conjunto culé venía sufriendo desde 2016, un año después de conseguir su quinta Champions y su segundo triplete.

El Barça ha dado un paso adelante pese a una nueva eliminación

Después de aquel triunfo en Berlín, con Luis Enrique en el banquillo y Xavi como capitán, el Barça comenzó a sumar tropiezos, más allá de algunas noches mágicas puntuales, como aquel 6-1 al PSG para remontar en octavos de final en 2017 o el 3-0 en la ida frente al Liverpool en las semifinales de la temporada 2018/19. De hecho, el equipo azulgrana mostró este martes una imagen muy lejana a cualquiera de las caídas que se pudieran recordar en los últimos 8 años, incluyendo también los 'KO' en la Europa League.

Teniendo en cuenta que en 2016 el equipo compitió muy bien con el Atlético de Madrid en cuartos, después llegaron los episodios de goleadas ante Juventus, Roma, Liverpool, Bayern de Múnich y PSG de manera consecutiva. En cada una de esas eliminatorias el equipo mostró muy buenos momentos, pero después simplemente desaparecía del campo, algo que en esta ocasión estuvo lejos de ocurrir.

Solo una inoportuna expulsión permitió al PSG tomar el control de la eliminatoria y llevar al Barça a tener que depender de la suerte, de Ter Stegen o de sus defensas para no encajar más goles. Eso no sucedió en las temporadas de eliminación en fase de grupos, donde el equipo no pudo superar a Bayern y Benfica en la primera oportunidad, y después a los bávaros y al Inter de Milán un año después, situaciones que el barcelonismo espera ya haber dejado atrás definitivamente, más allá de si puede volver a ganar un título continental en el corto plazo.