Xavi sigue empeorando sus discutibles registros en Europa con el Barça

Siete victorias, siete derrotas y seis empates son el bagaje de Xavi Hernández como entrenador en competiciones europeas, en exactamente dos años. Es un reto que se le sigue resistiendo y, aunque es muy pronto para dictar sentencias, sobre todo porque está abierta la clasificación, sí se ve obligado a hacer autocrítica y cuestionarse qué tanto le falta al equipo para consolidarse. De momento, el FC Barcelona parece un equipo en construcción, pero tras dos temporadas y media tendríamos que estar hablando de un proyecto más hecho. Y es todo lo contrario. 

Se puede acusar que hay jugadores muy jóvenes, que han existido muchos cambios en el vestuario con la salida y llegada de jugadores, pero con una plantilla así, el equipo tendría que estar para cosas más grandes y no actuaciones, una semana sí y la otra tal vez, que no tienen nada que ver con el mensaje que ofrece el entrenador. Se pide la excelencia, sí, y la crítica para el Barça siempre es mayor, también. Incluso así, se espera más. Sobre todo en noches como las de este martes contra el Shakhtar. 

Y es que, aunque los blaugrana todavía tienen muchísimas opciones de clasificarse a los octavos de final, no pueden permitirse actuaciones como estas. Tenían a tiro concretar el boleto a la siguiente fase y lo han desperdiciado. Necesitaban un punto, pero el Shakthar fue el que dio la sensación de ser un equipo 'grande' y con personalidad frente a uno que no sabía muy bien qué hacer o cómo avanzar. Los jugadores tiraban flechas al aire a ver qué pasaba y se puede acusar a que algunos no entienden lo que piden. Pero con dos años en el banquillo, las expectativas son mayores. 

Xavi, forzado a dar un paso adelante

Tiene la fortuna de que el fútbol tiene mala memoria y que, después del parón de selecciones, se podría estar confirmando la clasificación, pero es un llamado de atención para Xavi, sin lugar a dudas. No es solo 'perder' y dejar en vilo el pase a octavos, es que el equipo no ha dado en noventa minutos un ápice de la excelencia que, como tanto se repite, buscan. Y allí va más de los protagonistas sobre el césped. El Barça ya ha pasado por muchas decepciones en estos últimos dos años en Europa (Bayern, Benfica, Inter...), pero probablemente esta debe ser una de las más duras. 

El de Terrassa tiene que sacudirse y recuperar el norte antes de que sea muy tarde. La clasificación a octavos no debería estar en juego y deben volver a dar la sensación de solvencia. Hay plantilla para hacerlo, por lo que la responsabilidad está en sus manos. La confianza en él sigue siendo plena, desde todos los sectores del club, por lo que tiene que encontrar la fórmula para que el equipo no se 'caiga' cuando sube la exigencia. Europa no espera y el Barça, si no despierta, podría dejar pasar el tren.