El tremendo impacto económico que ha tenido la crisis sanitaria del coronavirus sobre los equipos de fútbol -se han parado todas las competiciones y los clubes han perdido millones de euros tras no recibir los ingresos de taquillas y derechos televisivos- ha obligado a los jugadores a reducir sus salarios y a las direcciones deportivas a pensar en estrategias alternativas de cara al próximo mercado de fichajes.
El FC Barcelona prioriza los fichajes de Lautaro Martínez (Inter de Milán) y de Neymar (Paris Saint-Germain), dos opciones muy caras pero, como aseguró el presidente azulgrana Josep Maria Bartomeu este lunes, estarían al alcance si el club italiano y el francés aceptan un trueque de futbolistas. Otra opción económica, naturalmente, es la de reforzarse con futbolistas que terminen contrato este mes de junio y que, por tanto, lleguen a coste cero.
Desde la secretaría técnica culé, encabezada por Éric Abidal, se considera que una de las posiciones que se necesita reforzar es la del lateral izquierdo. Según las informaciones publicadas por el diario Sport este martes, Layvin Kurzawa, que termina contrato con el Paris Saint-Germain este verano, sería una de las alternativas que la dirección deportiva maneja como suplente de Jordi Alba para el próximo curso.
Naturalmente, primero debería cerrarse la salida de Junior Firpo, que no ha convencido, para hacer hueco a otro futbolista. Con Thomas Tuchel como técnico del PSG, Kurzawa ha perdido protagonismo y se ha convertido en suplente habitual de Juan Bernat. Su situación contractual favorecería su llegada al Barça, aunque el medio de comunicación anteriormente citado avisa que Liverpool, Arsenal, Inter de Milán y Nápoles también van detrás del francés.
La 'maldición' del lateral izquierdo
En verano de 2018, Lucas Digne fue traspasado al Everton por deseo expreso del propio futbolista, que no se conformaba con ser el suplente habitual de Jordi Alba en el FC Barcelona. El club decidió no realizar ningún fichaje para cubrir la baja del francés y optó por confiar en Juan Miranda, del filial, como alternativa al de L'Hospitalet en ese carril zurdo.
El problema fue que el canterano no acabó de convencer para jugar en el primer equipo ya que, con los 19 años que tenía entonces, parecía demasiado verde para jugar al máximo nivel. Por ello, la dirección deportiva azulgrana acudió al mercado y apostó por Junior Firpo, que llegó procedente del Betis a cambio de 18 millones de euros fijos más otros 12 en variables. Desgraciadamente, el rendimiento del hispano-dominicano ha sido gris, por lo que se plantea su venta para hacer hueco a otro fichaje.