En un contragolpe del Sevilla FC, el defensor central Javier Mascherano agarró y sujetó al atacante Kevin Gamiero, evitando que pudiera llegar al esférico. El internacional argentino, que era el último hombre de la defensa del cuadro blaugrana, fue expulsado por Del Cerro Grande, dejando al FC Barcelona con un jugador menos con toda una hora de partido por disputarse.
El colegiado madrileño se mostró mucho más indulgente con los sevillistas, a los que en la primera mitad perdonó varias amonestaciones lo que benefició a estos y desquició al equipo catalán, que aún con un jugador menos siguió siendo mejor que su rival con un futbolista menos.
El de San Lorenzo volvió a ser expulsado por el mismo colegiado que le enseñó la tarjeta roja en el partido de Liga BBVA frente al Eibar disputado en el Camp Nou. El colegiado reflejó en su acta arbitral que el argentino le había dicho "la concha de tu madre", cuando las imágenes posteriormente demostraron que no fue así.
Por su parte, Luis Enrique y Unzué decidieron no hacer ningún cambio de jugador por jugador. Lo que si cambiaron fue el sistema del equipo que pasó del 4-3-3 habitual a un 4-3-2 con Sergio Busquets haciendo de central y mediocentro, Iniesta más retrasado y Leo Messi en una posición más centrada, actuando entre la media punta y el interior.