Puede que a veces parezca que el FC Barcelona esté muerto, pero este miércoles se demostró que tiene alma y espíritu combativo. En los minutos 88 y 92, Antoine Griezmann y Jordi Alba empataron 'in extremis' el partido para forzarlo hacia una prórroga que nadie imaginaba, o solamente los culés más creyentes. A fuerza de intentarlo hasta el final, el Barça obtuvo una merecida recompensa.
No fue fácil, hubo tres disparos al travesaño de Trincao, Messi y Dembélé... Y a pesar de todo, el Barça logró imponer su ley. Faltaban solo dos minutos para el final del encuentro cuando Leo Messi colocó un balón perfecto hacia la banda izquierda, que Griezmann punteó con la bota hacia el palo, con la fortuna de que el balón rebotó, tocó en el portero y se coló en la portería nazarí.
El 2-1 hizo que los jugadores del Granada se pusieran algo nerviosos, y el Barça olió la sangre para ahondar en la herida y empatar cuatro minutos después, en el añadido, otra vez gracias a un balón profundo que Griezmann, con la cabeza, dirigió hacia un Jordi Alba que esperaba en el área pequeña para rematar al fondo de las mallas, poniendo así el empate en el marcador.
Griezmann y Jordi Alba fueron los dos grandes protagonistas de la remontada, o al menos sus caras visibles. El de Macon marcó dos goles y repartió dos asistencias, mientras que el de L'Hospitalet anotó también un doblete y repartió un pase de gol precisamente para 'Grizi', en la jugada del 2-3.
Griezmann-Alba, sociedad ilimitada
Ambos están formando una sociedad de gran nivel, aún lejos de la que forma el propio Alba con Leo Messi, pero sin duda prometedora. No hay discusión a la hora de valorar el carácter y la capacidad de sacrificio de los jugadores culés, que mostraron un gran compromiso y la ambición, en el Nuevo Los Cármenes, de luchar hasta el final por el título de la Copa del Rey 2020-21.
De momento, ya están en semifinales a la espera del sorteo que se celebrará este viernes, con Levante, Sevilla, Athletic y Betis como posibles rivales. Los dos últimos se enfrentarán este jueves, y de ahí saldrá el tercer posible rival para los de Koeman. Da igual quién sea. El Barcelona, como viene haciendo desde el mes de enero, tendrá que jugar su juego y no hacer concesiones.