Joao Félix, 'invisible' cuando el Barça más le necesitaba

El golazo con el exterior de su pie derecho el pasado domingo parecía darle a Joao Félix muchas opciones para regresar al once titular del FC Barcelona en el corto plazo. El luso marcó el 2-3 ante el Real Betis para que los culés pudieran respirar cuando ya se cumplía el minuto 90 de aquel duelo, pero aún así comenzó en el banquillo en el Athletic-Barça que se jugó este miércoles.

El conjunto azulgrana terminó con una derrota por 4-2 en prórroga ante los vascos y en un momento, cuando el encuentro estaba 2-2, Xavi Hernández decidió que era el momento ideal para buscar una nueva genialidad del luso. Pero en esta oportunidad todo quedó en la nada misma. El luso no influyó en el juego, sin marcar alguna diferencia con el 'gris' segundo tiempo que también venían haciendo Lewandowski y Ferran.

Joao ingresó por el polaco y tomó su acostumbrado lugar en la izquierda del ataque, enviando al valenciano como '9', pero simplemente nunca apareció en el partido. Ni en los 20 minutos finales ni en los 50' de la prórroga el internacional portugués pudo tirar del carro para intentar darle la clasificación al Barça, ya fuese con el empate parcial o el posterior 3-2 que el Athletic consiguió cuando estaba por cumplirse el minuto 105 de partido.

Joao Félix estuvo lejos de ser ese jugador decisivo vs Betis

28 toques de balón, 15 de 20 en pases y 9 pérdidas de balón en 42 minutos parecen dejar claro que el cambio de Xavi en esta oportunidad no funcionó, y además al tratarse de una eliminación seguramente le ha costado a Joao Félix algunos puntos más dentro de su ya complicado presente con el míster catalán y también con algún sector de la prensa y la afición.

Seguramente el mayor problema para el delantero luso estuvo en que su zona de acción estuvo muy alejada del área del Athletic. Joao Félix se retrasó muchísimo para intentar tener contacto con el balón y además se contagió de una línea de ataque muy retrasada del Barça debido a la gran verticalidad del Athletic y esa presión que obligaba a los delanteros a tener que buscar el balón muy lejos de sus zonas acostumbradas.