Jules Koundé, que no está haciendo ni mucho menos su mejor temporada, estaba siendo tremendamente discutido en el FC Barcelona tras su esperpéntica final de Supercopa contra el Real Madrid. Por ello, el francés tenía mucho que demostrar contra el Unionistas de Salamanca en estos octavos de Copa del Rey, y por suerte para todos los culés y para él mismo, no ha defraudado.
El central, que estuvo correcto en la primera parte, dio un 'golpe en la mesa' en la segunda marcando el gol que lo cambió todo para el Barça. Con 1-1 en el marcador tras el tanto de Ferran Torres poco antes del descanso, el galo salió a campo rival con la pelota controlada, vio espacio por delante y sin dudarlo le pegó con el 'alma', marcando un golazo desde muy lejos.
Koundé celebró su 'cañonazo' con muchísima rabia acumulada, seguramente siendo consciente de todo lo que se estaba hablando de él. Ese 1-2 acabó de tranquilizar al Barcelona, que con ventaja ganó la confianza que le estaba faltando en algunas acciones. Solo cuatro minutos después, en el 72', los culés sentenciaron el choque gracias a otro golazo de Alejandro Balde que acabó de 'matar' a un cansado Unionistas Salamanca.
Koundé tiene que dejar los errores y las dudas atrás
El defensor francés tiene que empezar a demostrar urgentemente que tiene nivel para jugar en el Barça. Esta campaña ha tenido ya demasiados errores no forzados y ha dejado demasiadas dudas que deben terminar. Este gran gol y la confianza que le va a generar tiene que ser su punto de partida para ser el líder que en la Ciudad Condal solo ha demostrado ser a cuentagotas.