El arbitraje de Juan Martínez Munuera terminó siendo un factor clave en la resolución de las semifinales de la Copa del Rey. El Real Madrid avanzó a la final del torneo después de golear a los de Xavi Hernández (0-4) impulsado por el 'hat trick' de Karim Benzema en el complemento. Previamente, tanto el colegiado alicantino como José Luis González González, encargado del VAR, habían omitido dos posibles penaltis en favor del conjunto blaugrana.

La primera acción polémica llegó antes de cumplirse los cuatro minutos de juego. En un desborde por derecha, Gavi lanzó un centro por bajo que se desvió en la mano de David Alaba, pero los árbitros dejaron pasar la jugada por considerar que el defensor austríaco impactó el balón de forma involuntaria con su mano de apoyo (la derecha). Sin embargo, la repetición evidenció que la mano estaba en una posición anti natural que, cuando menos, ameritó la revisión de Martínez Munuera en el monitor, pero que acabó en nada tras una rápida revisión desde la oficina del vídeo arbitraje.

La presión mediática del Madrid surtió efecto

48 horas antes del partido del miércoles, el Madrid había criticado duramente a los árbitros encargados de impartir justicia en el Spotify Camp Nou con uno de sus acostumbrados informes difundidos a través de su canal de televisión, 'RMTV'. Al final, la actuación de los colegiados en el templo culé dejó mucho que desear, con faltas no sancionadas, amonestaciones omitidas y hasta dos penaltis pasados por altos.

La segunda pena máxima, y tal vez la más evidente, llegó justo antes del descanso. En el 45+1', Robert Lewandowski remató desde el punto penalti exigiendo a Thibaut Courtois. El belga evitó el tanto del polaco con un paradón y, cuando el '9' fue en busca del rebote, Éder Militao evitó su remate con una barrida en la que, antes de desviar el esférico, impactó en la pierna de apoyo del de Varsovia. La jugada siguió y el Madrid armó una contra que acabó en el gol de Vinicius para el 0-1.

Ni revisión ni repeticiones

La rapidez de la jugada y la nula protesta por parte de 'Lewi' hicieron que González González se centrara en revisar la posible posición adelantada de Benzema en la jugada del gol y no la falta de Militao. Al final, el tanto fue convalidado y ni siquiera hubo repeticiones sobre la jugada completa, la cual terminó cambiando radicalmente el rumbo del partido. Sobre la hora de juego, Martínez Munuera concedió un penalti al Madrid por una clara falta de Franck Kessié sobre Vinicius, pero ya el mal estaba hecho. Nada nuevo en España. Es lo que hay en cuanto a arbitraje se refiere.