Ez Abde decidió el pasado mes de marzo si jugaría por España o Marruecos. El extremo, propiedad del FC Barcelona, afrontó una de sus mayores decisiones de su vida profesional y ante el interés de ambas selecciones finalmente se decantó por el combinado magrebí. Igualmente el atacante dejó claro que tenía al Barça por encima de todo cuando decidió renunciar a la Copa de África para aprovechar su buen momento en el club azulgrana el pasado mes de enero.
No todos lo entendieron en su país, pero ahora es una de las grandes esperanzas de cara al Mundial de Qatar 2022. Abde es el desequilibrio puro y tiene la capacidad de inclinar un partido a favor de su equipo con sus incursiones. Por ambos sectores del campo el marroquí puede crear peligro y así lo ha demostrado esta temporada en el Osasuna, donde llegó cedido.
El Barça le renovó hasta 2026 y le cedió al equipo navarro para que sumara minutos después de la llegada de Raphinha y la renovación de Dembélé. Para el club azulgrana, el crecimiento de Abde y la oportunidad del Mundial puede ser también un buen negocio. Para recuperar a un futbolista más maduro y decisivo o para que entre en alguna de las operaciones que están en mente para reforzar al equipo.
En todo caso, el torneo es un gran escaparate para el futbolista, que ha entrado en la lista del seleccionador Hoalid Regragui a pesar de una inoportuna lesión que le ha hecho perderse los últimos cuatro partidos con Osasuna por una rotura de fibras. A pesar de esto se espera que para el debut de Marruecos el próximo miércoles 23 de noviembre ante Croacia (11:00 horas) ya esté 100% recuperado.
Beneficio absoluto
Hasta ahora, Abde solo suma 22 minutos con su selección, ocho en el debut ante Chile y 14 contra Paraguay, ambos en partidos amistosos. Pero con apenas 20 años, Marruecos parece que ha encontrado un futbolista para al menos una década dentro del equipo nacional, por lo que intentará darle todos los minutos posibles en su primera experiencia mundialista,