El abrazo de Messi y Lewandowski tras el Polonia-Argentina

Argentina y Polonia avanzaron a los octavos de final como primera y segunda del Grupo C, respectivamente, después del triunfo de la 'albiceleste' en Doha (0-2). Robert Lewandowski y Leo Messi tuvieron su duelo particular e hicieron las paces tras el final del partido con un abrazo y un intercambio de palabras (pese a la barrera del idioma) en el que ambos demostraron mutuo respeto.

'Lewi' y Leo tuvieron un brusco choque sobre el final del partido que, por suerte, no pasó a mayores. Polonia agradeció que Argentina bajara la intensidad en los últimos 15 minutos, donde un gol más de los sudamericanos eliminaba a los de Czesław Michniewicz. Finalmente, el tanto de Arabia en el descuento ante México confirmó la clasificación de los polacos a los octavos, donde les espera Francia.

Para el '9', el partido fue un auténtico calvario. Polonia prácticamente no cruzó a campo contrario en los 90 minutos y el delantero del FC Barcelona apenas pudo disputar balones en profundidad donde Cristian Romero y Nicolás Otamendi lograron imponer condiciones. Al final, los europeos resistieron el asedio y avanzan como segundos de grupo, haciendo valer la victoria ante Arabia del pasado sábado.

Messi, por su parte, pudo sonreír a pesar de no tener su mejor partido. El '10' falló un penalti en la primera parte y, a pesar de rematar hasta cinco veces, no logró 'mojar' por primera vez en el Mundial. Tampoco logró asistir, aunque dio cinco pases que terminaron en remates de sus compañeros, pero sí completó cinco regates, igualando la estadística que Cristiano Ronaldo alcanzara Sudáfrica 2010 ante Corea del Norte.

Lewandowski y Messi ponen fin a la polémica

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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 30, 2022

El polaco y el argentino demostraron que, más allá de la rivalidad deportiva, impera el respeto mutuo. Lewandowski respiró aliviado tras el final del México-Arabia en Lusail, pero no tuvo problema en abrazarse con el capitán de la 'albiceleste' tras un partido de mucha fricción. Si ambos llegasen a coincidir en 2023 en el Barça, queda claro que no tendrían problemas para entenderse en el campo y en el vestuario.