Con el duelo entre Argentina y Francia en una de las mejores definiciones del campeonato en una Copa del Mundo ha finalizado una gran edición del torneo, que ha tenido como goleador a Kylian Mbappé. El delantero francés firmó una brillante participación en la final al ser el artífice de los tres tantos del equipo dirigido por Didier Deschamps, a pesar de que finalmente no pudieron revalidar el título obtenido en Rusia 2018.
El francés se ha consolidado como el máximo artillero de la competición con un total de ocho dianas, tres de ellas en el partido decisivo. De esta manera, rompió la igualdad que mantenía con Messi en el torneo y se lleva la distinción. Pese a la derrota de los galos, el delantero del Paris Saint-Germain continúa gozando de un gran potencial que incluso haría tambalear varios récords de goleo en las próximas Copas del Mundo.
El segundo peldaño del podio ha sido para Lionel Messi, quien ha cedido el honor a su compañero en el equipo parisino, pero se ha quedado con el mayor premio de todos. En total, fueron siete los tantos que sumó durante la competición para guiar a su nación a un nuevo título Mundial, el tercero para Argentina tras conquistar el trofeo en 1978 y 1986 y el décimo para un equipo sudamericano, que no ganaba desde 2002.
Giroud y Julián, en el podio
El 'bronce' ha sido para Olivier Giroud, una de las principales armas goleadoras del combinado francés, que sorpresivamente abandonó el campo antes de la primera hora de juego de la final. El delantero del AC Milan ha marcado cuatro goles en el evento mundialista, cerrando así la que hasta ahora ha sido su mejor participación. En Rusia 2018 sí pudo ser campeón del mundo, pero para entonces no pudo protagonizar ninguna diana.
El cuarto en la clasificación ha sido otra de las figuras de la Copa del Mundo: Julián Álvarez. El internacional argentino cerró con cuatro goles, los mismos que Giroud, siendo clave para que la 'Albiceleste' pudiera trascender en la justa mundialista. Sus tantos han sido vitales para llevar a los de Lionel Scaloni hacia un título que la afición argentina había estado esperando a lo largo de las últimas décadas.