Los partidos en la fase final de la Copa del Mundo se están definiendo por pequeños detalles y en el Inglaterra-Francia no fue la excepción. En uno de los choques más disputados de lo que va de torneo, la selección entrenada por Didier Deschamps consiguió un triunfo vital gracias a un zapatazo de Tchouameni y un cabezazo inapelable de Olivier Giroud.
'Les bleus' fueron más inteligentes y supieron frenar a una Inglaterra que, comandada por un Harry Kane sensacional y vestido de líder, hizo trabajar como nunca a Hugo Lloris. Los de Gareth Southgate hicieron el trabajo como en la pizarra para frenar a las mejores armas ofensivas de Francia, Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé, con un trabajo defensivo letal... pero no se esperaban a un invitado de lujo de cara a la portería.
Y es que, a los 17 minutos del encuentro, llegó la jugada inesperada para que los galos abrieran el marcador: Ousmane Dembélé pisó el área y, tras frenarse, se apoyó en Antoine Griezmann para que cedira a un Aurelién Tchouaméni que, apareciendo por el centro, pisó el balón, levantó la cabeza y terminó sacándose un derechazo potentísimo desde la frontal para que se colara en el fondo de la portería de Pickford.
Fue el despertar de una Inglaterra que comenzó a merodear el área de Hugo Lloris, pero que no tuvo suerte en el último pase en la primera mitad (con varias intervenciones milagrosas del guardameta del Tottenham) y que tuvo que esperar a los diez minutos tras la reanudación para cambiar por gol todo el esfuerzo en el área francesa. Primero fue un disparo de Bellingham que detuvo el nacido en Niza, pero después no hubo nada que hacer: Harry Kane no le perdonó desde los doce metros, después de que cobraran un penalti por derribo de Tchouameni a Saka.
Una 'guerra' anunciada
Era imposible que en una reunión de estrellas no hubiese guerra. Francia quiso ponerse por delante inmediatamente después del gol de Harry Kane, con un remate lejano de Rabiot, en carrera, que el guardameta inglés detuvo por debajo. Los 'three lions' reaccionaron con un Saka -imparable- que logró colarse por el carril central de la zaga defensiva, pero su remate acabó siendo flojo y Lloris resolvió con solvencia.
El partido, pasados los primeros 65', se puso 'a favor' de los ingleses, que pudieron poner el 2-1 hasta en dos oportunidades: primero con un cabezazo de Harry Maguire que pasó rozando el palo, completamente solo, y después con un centro de Luke Shaw al que llegaba Saka en el área, pero Theo Hernández estaba bien posicionado y quedó en 'nada', por una falta en ataque.
Inglaterra perdonó, más de la cuenta, algo que no sabe hacer Francia, porque cuando peor lo pasaban llegó un gol salvador de Olivier Giroud para recuperar la ventaja. Antoine Griezmann puso un centro lateral sensacional y el delantero del AC Milan cabeceó, tocando en Maguire, imposible para Pickford. La diana del galo sumó importancia cuando, cinco minutos después, Harry Kane mandaba un lanzamiento desde los doce pasos a las gradas. Francia se metió a 'semis', de nuevo, sufriendo hasta el final.