Aunque muchos fanáticos argentinos, y de otras partes del mundo, habrían preferido que el partido terminara con un 2-0 tras una gran exhibición del equipo albiceleste, los dioses del fútbol tenían preparado otro desenlace. Francia entró al minuto 79 de partido consiguiéndose un penal en una jugada casi aislada y de ahí en adelante el partido en Qatar se transformó.
Un minuto después Mbappé marcaría un gran gol y marcaría el inicio de ¿el mejor partido de todos los tiempos? Seguramente muchos recordaremos partidos y partidos que podrían superar a este, pero nunca en un escenario tan significativo. La prórroga trajo dos goles mas, uno por lado, y Argentina se consagraría finalmente en la tanda de penaltis ante el equipo galo.
Si sumamos minutos de juego, no llegamos a un tiempo completo de fútbol, pero aún así este partido pasará a la historia, al menos, como la mejor final en la historia de un Mundial. Futbolísticamente es casi imposible comparar las demostraciones de Brasil en la década del 60 o lo hecho por Italia o Alemania en alguna de sus finales ganadas, o la de España en 2010, pero en emoción, cambios de guión y nivel de actuaciones individuales parece difícil quitarle este lugar a Qatar.
¿Lo podrán superar?
Sin una final de Champions League aún entre el Barça y Real Madrid, por ejemplo, este partido parece destinado a ser por varios años como 'La Gran Final'. Leo Messi alzó el título que aún le faltaba en su palmarés, el 'Dibu' Martínez volvió a demostrar que en los penaltis es de los mejores porteros del mundo, Mbappé reafirmó su futuro dominio en el fútbol y Di María dio una de las grandes actuaciones individuales que se recuerdan en un partido como este.
Francia se marcha con una decepción, Argentina con una alegría casi imposible de describir y los aficionados al fútbol con un partido que será casi imposible de borrar de su memoria. En el que será el último Mundial con 32 equipos -habrá 48 en 2026- la despedida ha sido por todo lo alto. 13 goles para Messi en Mundiales y récord como el jugador con más partidos y el único en marcar en los cuatro partidos de la segunda fase de una Copa del Mundo.