Como había pasado en todo el torneo, el arbitraje ha dado qué hablar en la final del Mundial de Qatar 2022. En el enfrentamiento entre Argentina y Francia en el Lusail Iconic Stadium, Szymon Marciniak fue protagonista con una jugada muy polémica que acabó con un penalti a favor de la selección entrenada por Lionel Scaloni. El VAR no intervino ni llamó al colegiado principal para revisar la jugada, aunque había despertado un mar de dudas.
Cuando el reloj rozaba los 22 minutos, Ángel di María pretendía internarse en el área de Hugo Lloris y Ousmane Dembélé, ayudando en la banda a Jules Koundé, le persiguió para intentar quitarle el balón. El atacante de la Juventus acabó cayendo dentro del área chica tras un mínimo contacto de 'Dembouz'. Szymon Marciniak no dudó en señalar la pena máxima.
Lionel Messi acabó convirtiendo contra Lloris, con un potente disparo a la derecha que engañó al guardameta del Tottenham. Fue el principio de un gran partido de Argentina, que minimizó las fortalezas de una Francia que, en 45 minutos, terminó cediendo a la presión y exhibición de los sudamericanos.