El miedo que los Juegos Olímpicos generan en Japón

Pocas cosas son más dolorosas que ver los sueños derrumbados después de mucho esfuerzo, como el que ha hecho Japón para los Juegos Olímpicos de 2020, finalmente en 2021 y con muchas limitantes que a día de hoy, solo han generado hasta 86% de rechazo en la capital, Tokio, ciudad que alberga la cita mundial.

Calles llenas de distancias y un pasillo olímpico para que se movilicen los protagonistas de la competición, hacen contraste entre los rincones de Tokio en medio de lo que debería ser una gran fiesta olímpica y mundial, ensombrecida por una pandemia que golpea a todo el planeta a un ritmo arrollador.

Choque cultural

Los rasgos nos definen y Asia entiende bien de esto, con habitantes muy similares en cuanto a físico en casi todos sus países y bien diferenciados del resto del mundo. Que no se trata de hacerlos distintos o segregar a la gente, sino que ahora esta misma distinción visual les hace rechazar con facilidad automática a todo aquel que no comparta su etnia.,

No es xenofobia, es disciplina y cuidado, es el recuerdo de un virus que presenta cifras alarmantes y preocupantes dentro del país y por anda del mundo quieren entrar en el mismo círculo de aquellos que buscan en la ciudad cómo llegar a un gimnasio, más bien burbuja.

Poco acceso

Otro gran golpe. El disfrute de los Juegos Olímpicos no es ni para el local, que ve los eventos por TV o streaming mientras que a pocas cuadras de su casa algún atleta hace historia, pero la negativa de foráneos en condición de aficionados también le salpicó a los nipones y no pueden acceder a ningún espacio.

Ingresos

El posible único motivo de seguir adelante, el dinero, el que no quieren perder más allá de los números rojos que ya tiene el evento. Japón tendría un auge turístico importante para la gran cita y finalmente no se pudo realizar nada, ni comercial ni de disfrute.