Cristiano Ronaldo tuvo una jornada para el olvido el miércoles ante Georgia (2-0). El delantero de 39 años explotó antes de cumplirse la media hora de partido al reclamar un penalti del lateral Luka Lochoshvili por un claro jalón a su camiseta. El árbitro Sandro Shaerer no tuvo más remedio que mostrarle la amarilla ante sus protestas, pero la tarjeta solo agudizó la cólera de un 'CR7' que también lanzó gestos e insultos al cuarto árbitro pidiendo la intervención del VAR.
Con el partido 2-0 en favor de Georgia, Roberto Martínez prefirió quitar a su capitán en el 66, poniendo a Gonçalo Ramos en su lugar. El cambio volvió a desatar la furia de Cristiano, quien antes de sentarse en el banquillo pateó varias botellas de agua, además de decirle unas cuantas cosas al cuarto árbitro. A pesar de su actitud, el colegiado suizo Shaerer dejó pasar el incidente, perdonándole la expulsión al 'crack' luso hasta en tres oportunidades.
Cristiano cerró la fase de grupos de la Euro sin convertir
Para el de Madeira, el duelo ante Georgia representó una nueva oportunidad perdida en su afán por convertirse en el primer jugador en marcar en seis ediciones de la Eurocopa. De hecho, es la primera vez en el torneo que Ronaldo cierra una fase de grupos sin goles, ya que en sus cinco apariciones previas (2004, 2008, 2012, 2016 y 2020) siempre había anotado al menos un tanto en sus tres primeros partidos.
De momento, el único aporte ofensivo de 'CR7' en la Euro fue la asistencia a Bruno Fernandes para cerrar la victoria ante Turquía (3-0). Ante Georgia estuvo cerca de romper el 'gafe' con un tiro libre que exigió a Mamardashvili en la primera parte. En 66 minutos, Cristiano probó tres veces a puerta, con un disparo bloqueado por un rival y otro desviado. Con el balón tampoco estuvo demasiado preciso, fallando 4 de los 11 pases que intentó. Por suerte para él y Portugal, podrá estar disponible el lunes ante Eslovenia.