Adama Traoré está siendo una de las sorpresas positivas más importantes para el FC Barcelona en este segundo tramo de la temporada y sus números lo confirman. Ha repartido cuatro asistencias en cinco partidos disputados con la camiseta azulgrana (en 299 minutos de acción) y en cada puesta en escena demuestra que es un jugador desequilibrante y con una velocidad impresionante que ha ayudado a potenciar, indudablemente, el ataque de los azulgrana en estos últimos partidos. 

Contra el Nápoles dejó dos asistencias claves para el Barça, primero para que Jordi Alba abriera el marcador y después para que Pierre-Emerick Aubameyang sentenciara la goleada y pase a los octavos de final, en la segunda parte. En el primer tanto, con ocho minutos en el reloj, cazó un balón que le envió 'Auba' y se fue en carrera para dejar en el camino a todos sus rivales y esperar la llegada de Alba, quien definió en el mano a mano en el palo corto. 

A la hora de partido volvió a aparecer para enviar un centro raso que dejó pasar Frenkie de Jong. Aubameyang apareció para golpear, casi de primeras, a la escuadra y batir a Meret. Adama estuvo acertado en sus acciones y demostró, una vez más, ser un jugador importante para el Barça en este curso, sobre todo cuando tiene espacio para correr. 

Adama, desequilibrio puro para el Barça

Sus asistencias ante el Atlético de Madrid, Espanyol y estas dos ante el Nápoles son una prueba de la gran calidad que tiene el extremo y de lo que puede aportar, sobre todo para devolver el poderío ofensivo que el Barça había perdido por la derecha. Su físico dominante y velocidad están siendo claves para ganar duelos, dejar a rivales en el camino y colarse en el área rival. 

"El míster pide lo mismo a todos los extremos. Que hagamos uno contra uno, atraer jugadores y después jugar con el compañero libre. Creo que puedo mejorar muchísimo", ha dicho tras el partido en el Diego Armando Maradona. Ya es importante para los azulgrana, pero quiere más... y mucho mejor para el Barça.