El FC Barcelona y el Manchester United estarán luchando por un pase a los octavos de final de la Europa League tras haber empatado a dos goles por lado en la ida disputada en la Ciudad Condal. Todo ha quedado abierto para el choque en el 'teatro de los sueños', que seguramente se definirá por detalles. La UEFA ya ha designado al colegiado que estará impartiendo justicia en el compromiso: el francés Clément Turpin.
Si bien ha sido uno de árbitros con mejor trayectoria en los últimos años, lo que a su vez le ha valido distinciones como la del mejor referí europeo de la pasada campaña, en la que además tuvo el honor de dirigir la final de la Champions entre el Real Madrid y el Liverpool y estar presente en la pasada Copa del Mundo, su figura no es del todo agradable para el Barça y el United, que han sufrido amargas derrotas cuando el francés ha estado como principal.
En el caso del conjunto azulgrana, Turpin fue el árbitro del partido de vuelta ante la Roma en los cuartos de final de la Champions 2017/18. En la ida, los culés se impusieron por 4-1, dejando prácticamente sentenciada su clasificación a las semifinales. Pero en una oscura noche para el barcelonismo, en un estadio que nueve años atrás les había visto coronarse como campeones de Europa, tendría lugar la catástrofe con el 3-0 a favor de la 'Loba' y Kostas Manolas como verdugo.
Pero no todas sus actuaciones han sido malas para los culés. En la fase de grupos de la temporada 2019/20, Turpin fue el árbitro del partido ante el Borussia Dortmund en el que el Camp Nou terminaría festejando un triunfo local por 3-1. Su última presentación con el Barça en campo tuvo lugar en el curso 2021/22. En aquel entonces, la oncena catalana se impondría por la mínima diferencia al Dinamo de Kiev, a la postre insuficiente para avanzar a los octavos de final.
Turpin, también de malos recuerdos para el United
En el caso de los 'red devils', el francés tampoco evoca memorias muy agradables, especialmente después de la final de la Europa League en su edición 2020/21, en la que el rival sería el Villarreal. Después de igualar en el tiempo reglamentario y en la prórroga, el título se decidiría desde el manchón blanco. Fue allí donde el 'submarino amarillo' se impondría por 12-11, con David de Gea como villano al fallar su penalti.