Los 6 motivos que condenaron al Barça esta temporada

El FC Barcelona desperdició una vez más una chance de oro para lucha por el título de LaLiga. Este martes empató frente al Levante (3-3), y aunque matemáticamente aún tienen oportunidad, depende absolutamente de los resultados del Atlético de Madrid y Real Madrid. De los últimos 12 puntos disputados en cuatro jornadas, solo sumó 5 (Dos empates, una derrota y una victoria), tirando por la borda dos ocasiones de situarse líder en solitario.

De esta manera, el equipo de Ronald Koeman demostró su incapacidad de mantener la regularidad que exige LaLiga para ganarla. Las carencias del Ciutat de València no han dejado de aparecer de forma cíclica en el transcurso de la temporada, pese a que el equipo pareció haberse levantado en el comienzo de este año, pero esa constancia sucumbió en momentos claves: ante el PSG, el Madrid, el Granada, el Atlético y el Levante.

1- Falta de efectividad

Desde el inicio fue uno de los mensajes constantes de Koeman. El técnico no dejaba de lamentarse en la banda y rueda de prensa por las muchas ocasiones de gol desperdiciadas, y que terminaban en derrotas o empates. Incluso en importantes actuaciones como la de Turín (0-2) fue reprochable para la delantera por haber perdonado tanto. Al final, ese escaso resultado terminó costando el liderato del grupo y haber enfrentado al Paris Saint-Germain en octavos.

2- Fragilidad mental y falta de concentración

Los de Koeman demostraron carácter en algunos partidos de la temporada, destacando algunas remontadas como las coperas contra el Granada y Sevilla, pero en muchos partidos no han dado la talla viniéndose abajo con golpes inesperados o transformando la situación a su favor. La final de la Supercopa fue un ejemplo (ganaban en el 89’), además de los últimos tropiezos ante el Granada (del 1-0 al 1-2) y Levante (del 0-2 al 2-2 y del 2-3 al 3-3) por no conservar la ventaja.

3- Errores graves a nivel individual

En la extensa lista de partidos jugando a remontadas (en 14 de 36 jornadas empezó perdiendo y sólo ganó cinco), el Barça ha pagado caro una gran cantidad de fallos que no fueron responsabilidad del técnico y que terminaron en gol: la falta de entendimiento entre Piqué y Neto en Vitoria (1-1), el saque de banda de Alba con error de Lenglet en Cádiz (2-1), el balón perdido por Piqué ante el Atlético pillando a Ter Stegen fuera de sitio (1-0), el de Araujo ante el Eibar en casa (1-1), el penalti de Lenglet ante el Cádiz en casa jugando con fuego (1-1), el también inocente de De Jong en Getafe (1-0).

Casi una decena de puntos que fueron desperdiciados, sin contar los penales errados. 7 de los 17 cobrados, el de Braithwaite ante el Eibar impidió la victoria y el de Messi en París, llegar con un esperanzador 1-2 al descanso. La falta de contundencia, concentración y fragilidad mental siempre han estado sobre la mesa azulgrana.

4- Valiosas oportunidades, desperdiciadas

Hace dos semanas, el Barça dependía de sí mismo aún a falta de seis compromisos para ser líder por primera vez en 10 meses, pero se dejó remontar ante el Granada (1-2). Frente al Atlético presentó un partido conservador, y el arrebato final no tuvo premio para lograr desbancarlo, y ante el Levante dejó ir dos puntos. La Supercopa española fue otra concesión ‘in extremis’ cuando el título estaba en el bolsillo antes de no sobreponerse al 2-3 de Williams en la prórroga.

5- Vulnerabilidad defensiva

Haber anotado 36 tantos en 36 jornadas de LaLiga con solo 12 dejando el arco en cero es un pobre balance, con el agravante de que es el cuadro que menos remates ha concedido en el Campeonato. Ter Stegen no ha tapado tanto como en anteriores campañas, y la fragilidad defensiva se ha presentado siempre cuando el rival ha apretado. Los goleas anotados como el de Villalibre en la final de la Supercopa o el de Kean ante el PSG en casa han revelado una falta de concentración general.

6- Alarmante autorregulación

El desgaste de una temporada atípica, la acumulación de minutos de muchas piezas titulares debido también a las constantes lesiones (Piqué, Sergi Roberto, Ansu y Coutinho) y la edad de la columna vertebral (Piqué, Busquets, Alba y Messi superan la treintena), ha mantenido la autorregulación que el Barça ha ido  trabajando en los últimos cursos. Dar por ganados partidos que aún no estaban sellados, ha llevado a situaciones peligrosas que en algunos casos se salvaron (3-2 ante el Getafe, 1-2 en Villarreal y 2-3 en Valencia en las últimas semanas) pero que en otras derivaron en un desenlace adverso (1-2 del Granada y 3-3 contra el Levante).