Si algo ha quedado claro en los últimos años es que la posesión del balón ya no es un factor tan determinante en los resultados que obtiene el FC Barcelona. En un sinfín de partidos ha pasado que el porcentaje de dominio de la pelota que acaba reflejando el cuadro culé termina siendo inmenso, pero el encuentro culmina con un resultado adverso en el marcador, a pesar de todo.
El sábado, ante el Cádiz, la situación se repitió una vez más. El Barcelona alcanzó la increíble cifra de 82,6% de posesión del balón, pero no pudo traducir este factor en un gol que cambiara el resultado contrario que el equipo sanluqueño estaba logrando, puesto que el dominio de la pelota, sin los acercamientos con la misma al arco rival, no termina significando nada.
A pesar de que el juego fue definido por los errores que permitió el Barcelona, dadas las inoportunas jugadas que terminó regalando la defensa azulgrana en un par de oportunidades, lo que hizo la diferencia en el partido fue que el Cádiz supo aprovechar las oportunidades que tuvo, así las mismas provinieran de algunos "regalos" por parte de la zaga culé. Por el contrario, los de Koeman no supieron producir chances claras de acercamineto al arco garitano y, cuando por fin lo lograban, no terminaban concretando la anotación.
La posesión, desprestigiada
El juego del FC Barcelona se ha caracterizado siempre por el control de las acciones y del balón a lo largo de todo el partido, pero desde hace un tiempo para acá, esa marca registrada ha dejado de ser significativa en los resultados finales de los partidos del equipo culé. La pérdida de elementos clave, que le permitían a los catalanes transformar la posesión en goles, ha sido un factor determinante en este sentido.
La premisa básica de esta explicación pasa por el hecho de que de nada sirve hacer circular la pelota alrededor del área rival si a fin de cuentas no se llega a convertir un gol. Esta situación ya lleva años siendo común en los enfrentamientos que disputa el Barcelona y tiende a volverse desesperante, ya que se extiende a lo largo de los años sin tener una solución aparente.