El FC Barcelona vivió una auténtica 'pesadilla' en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League. El conjunto blaugrana fue superado por el Eintracht Frankfurt en todos los aspectos del juego, donde los catalanes no supieron imponerse sino hasta los último minutos cuando buscaron la 'épica'. El equipo de Oliver Glasner fue un 'remolino' en ataque, 'apabullando' a cualquiera vestido de azulgrana que se les atravesara en el camino.
Desde la previa del encuentro se sabía que los catalanes la pasarían mal en el fondo. La lesión de Gerard Piqué, sumada a la baja de Dani Alves por no estar inscrito, a Sergiño Dest que llegaba con lo 'justo' al duelo y el mal nivel mostrado por Clément Lenglet en el encuentro ante el Levante, generaba de todo menos optimismo en el barcelonismo. Xavi tuvo que improvisar con Óscar Mingueza, que no venía de tener muchos minutos, en el lateral derecho y el equipo lo notó.
La defensa de los culés fue una 'lágrima'. Los alemanes tenían sendas 'autopistas' por los costados, y los centrales no dieron garantías de nada. El primer gol vino de un penalti 'infantil' cometido por Eric García. El joven central español propició un clarísimo agarrón a Jesper Lindstrom, centrocampista del Eintracht, que el árbitro del partido no dudó en cobrar. De la misma forma, en el segundo y tercer gol ni Mingueza ni los zagueros del equipo salieron a presionar a Santos Borré y Kostic, quienes mandaron dos zapatazos a la red de la portería de Ter Stegen, que fue 'víctima' del mal nivel de la retaguardia.
Las estadísticas dejan clara la amplia superioridad que tuvieron las 'águilas' en ataque, gracias a las ventajas ofrecidas por los defensores. Los germanos dispararon 15 veces a portería, y 7 de estos tiros fueron entre los 3 palos, donde terminaron colándose 3 de ellos. Además, los de Frankfurt dispararon 8 veces dentro del área y 7 fuera de la misma, dejando en evidencia los espacios propiciados por los defensores culés.
Se 'cae' la 'muralla'
El Barça parecía haber encontrado la solución sus problemas defensivos. Antes de la vuelta en el Camp Nou, los azulgranas y Marc-André Ter Stegen habían conseguido dejar su portería a 0 en 5 de los últimos 10 encuentros. Además, había recibido 'solamente' 7 goles en estos, mejorando lo que venían mostrando desde la llegada de Xavi. Sin embargo, ante el Levante por Liga y en el choque ante el Eintracht, los culés recibieron 5 goles, que pudieron haber sido más de no ser por el buen momento por el que pasa el meta teutón de los catalanes. Vuelven los problemas a Can Barça.