Ansu Fati es el punto de división: o se endereza o no hay manera

El regreso de Ansu Fati al campo ha disparado el termómetro de la ilusión luego de ver al chico entrar y revolucionar en 10 minutos a todo un equipo, al rival y además marcar un gol de gran factura. El que no sepa de su lesión, no creería que estuvo casi un año fuera de la actividad deportiva.

Nadie es ajeno a lo que significa el canterano, bastión imprescindible del nuevo Barcelona que se quiere construir, uno en torno a él y que funcione para darle espacios, libertad y peso, el que se viene ganando con goles y buenas actuaciones como la del Levante. Apenas está regresando, la paciencia será clave a partir de ahora.

10 en la espalda y la prensa vigilándolo, lo mismo que Koeman y Laporta, que lo ven como salvavidas, cada uno desde su orilla. Mientras el mundo deja caer un gran peso sobre el joven futbolista, su trabajo se siente y pasa por el silencio, disciplina y dedicación. A ese grupo de palabras, el presidente del club agrega una: ilusión.

"Representa la ilusión y la esperanza, me gustó ver cómo volvía a los terrenos de juegos y el agradecimiento que tuvo a médicos y familia. Es muy bonito ver a un jugador que lo ha pasado mal que sea agradecido con los que le han cuidado", señaló Laporta antes del duelo de Champions ante el Benfica.

"volver después de la lesión y marcar ese gol generó un estallido de emoción a todos los culés”, agregó, haciendo énfasis en lo positivo del regreso del jugador tanto por el nivel con el que vuelve, como por lo que despertó en los fanáticos del club, necesitados de una verdadera alegría hace unos cuantos meses con tantas cosas cerca.

Se acerca el fin de las excusas

Con Dembélé y Agüero más cerca de volver, además de Braithwaite, el equipo tendrá los efectivos más importantes disponibles y sea Koeman u otra persona el técnico, las excusas y argumentos para sostener con ilusión la situación del club ya no tendrán validez, porque si el nivel de Ansu y las demás piezas no son suficientes, las cosas estarán mucho peor de lo que se ve.