No salió como titular, para la sorpresa de todos, sin embargo, Ansu Fati volvió a ser determinante en un encuentro del FC Barcelona. Probablemente, Ronald Koeman decidió darle descanso tras haber disputado todos los partidos anteriores. En el pasado Clásico fue titular y remató un buen centro de Jordi Alba para poner el empate en el luminoso del Camp Nou.
Entrando en sustitución de Ousmane Dembélé, esta vez, que había realizado un encuentro francamente bueno, una de sus jugadas sentenció el partido. A pase de Lionel Messi, el joven nacido en Guinea Bissau se internaba en el área. Haciendo un movimiento de auténtico delantero centro, frenó su carrera para que Federico Bernardeschi lo arroyara provocando penalti.
Incluso pudo haber anotado su tanto en una de las últimas jugadas del partido. Con Martin Braithwaite ya en el campo, Ansu Fati encaraba a Wojciech Szczęsny dentro del área. Finalmente, pecó de exceso de generosidad cediendo el balón al delantero danés, que para nada esperaba una asistencia, cuando tenía opciones de sobra para finalizar él mismo la jugada.
La actuación del canterano no terminó cuando Makkelie pitó el final del encuentro, sino que cuando no quedaba nadie sobre el césped del Allianz Stadium, Ansu apareció de nuevo. Con la camiseta en las manos, se acercó a uno de los recogepelotas que todavía andaba por ahí. Al parecer, le había prometido su elástica a ese niño durante el encuentro y no quiso despedirse sin dársela.
Ansu Fati, detalles de crack
La bondad de este futbolista, al que jamás hemos visto realizando ninguna acción comprometida, es innegable. No solo le regaló su camiseta sino que se estuvo fotografiando con todo el equipo de recogebalones, que alucinaban con la naturalidad del futbolista del Barça, durante un buen rato. Gran detalle del internacional con 'La Roja' que engrandece su figura.
Aunque pueda parecer un simple buen gesto, Ansu Fati protagonizó uno de esos momentos de crack mundial. Sin querer reiterarlo en exceso, hay que recordar el jugador tan solo tiene 17 años, y lejos de subirse o intoxicarse con la fama, como habríamos hecho prácticamente todos con su edad, el chico sigue siendo un '10' dentro y fuera de los terrenos de juego.