Ansu Fati viajó de la euforia al reconocimiento con este gesto

Ansu Fati regresó y marcó gol en la victoria de 3-0 ante el Levante este domingo, un partido disputado en el Camp Nou que devolvió algo de ilusión al ver el 10 entrando nuevamente en el campo pese a tantos años con Messi, que ya casi no se menciona en el entorno salvo alguna acusación directa por su salida.

Este gol fue el 14 de su cuenta personal, el tercero del partido y el primero de la temporada, aunque lejos de las estadísticas es donde está el verdadero valor de la anotación del canterano que encontró la felicidad en apenas diez minutos y regresó tal como se fue hace un año, marcando goles.

El abrazo con Araújo, las ganas de llorar, reír y gritar al mismo tiempo, los chicos arropándole, todo un escenario que tenía de fondo a su familia entre lágrimas y saltos en la grada esperando que el jugador los viera, aunque en ese momento tuvo tiempo para acercarse a agradecer al cuerpo médico que tanto le cuidó.

Ese abrazo de canteranos tiene un significado enorme para el jugador y también para el club, que ve a sus chicos formándose directamente en el fuego de una temporada complicada y a la espera de que logren salir a flote, que lleven al club a donde merece y además, donde acostumbra a estar en los últimos años.

Lluís Til, el responsable de servicios médicos que recibió también su dosis de cariño, reafirma su posición y cargo, además de ganarse un amigo para toda la vida con la recuperación de un jugador que no solo es de la cantera, sino la gran ilusión y esperanza del club para el futuro a corto y mediano plazo.

¿Deja vu?

Laporta llegó a su primer mandato con un equipo alicaído que se refundó con Ronaldinho y los canteranos más históricos y emblemáticos de la historia de la institución, algo que parece repetirse ahora con la llegada de Araújo, Ansu Fati, Mingueza, Gavi, Nico y algunos otros fichados que se acoplaron perfectamente. Podría ser un Barcelona 2.0 de aquel sextete.