El antecedente de Suárez que puede guiar al Barça con la lesión de Ansu Fati

La celebración del FC Barcelona por la primera victoria en Liga en cinco partidos duró muy poco. Después de que los blaugranas consiguieran golear al Real Betis (5-2) con una fantástica actuación (con doblete incluido) de Lionel Messi, que entró en la segunda parte, y los tantos de Dembélé, Griezmann y Pedri, el barcelonismo recibió la dura noticia de que el 'niño maravilla', Ansu Fati, está lesionado y su tiempo de baja aún no está determinado. En la historia reciente del club, hay un caso prácticamente idéntico del que el Barcelona pudiese guiarse para definir las acciones a seguir para la recuperación del delantero de 18 años. 

Ansu Fati es una baja muy sensible para el equipo dirigido por Ronald Koeman. Su desborde por la banda, la habilidad para regatear y velocidad, además de su gran capacidad goleadora, son aspectos que se van a extrañar mientras regresa a los terrenos de juego. Es un jugador muy difícil de sustituir, pero el holandés puede barajear varias opciones. Mientras tanto, el club se encuentra en la difícil decisión de definir cuáles serán los pasos a seguir, después de confirmar que Fati tiene una rotura del menisco interno de la rodilla izquierda. 

En líneas generales, hay dos opciones: operar o seguir un tratamiento conservador para lograr su recuperación. El Barcelona tiene un ejemplo muy reciente de este tipo de lesión. En mayo de 2019, Luis Suárez fue operado de una lesión meniscal en su rodilla derecha, que le impidió disputar la final de la Copa del Rey ante el Valencia. La intervención resultó exitosa, pero a principios de enero del 2020, después de la Supercopa de España en Arabia Saudí, volvió a pasar por el quirófano y fue baja, en principio, por cuatro meses, aunque terminó regresando a los terrenos de juego en junio, cuando se reanudó el fútbol español tras la pandemia del COVID-19. 

Con Fati hay una diferencia

La lesión de Ansu Fati y Luis Suárez es la misma, sólo que en rodillas distintas. El ejemplo de recuperación del uruguayo podría marcar el norte para que se tomen las mismas acciones con Fati y sea intervenido, pero hay una gran diferencia entre ambos: la edad. El delantero blaugrana tiene 18 años y  puede recuperarse con un tratamiento conservador. 

Los médicos que han opinado en los medios españoles han coincidido en que, dada la edad de Fati y su proyección, es preferible no pasar por el quirófano e intentar salvar el menisco, ya que si el tipo de rotura que tiene el delantero permite surturarlo y no extraerlo, sus opciones de recuperación son mayores. De todos modos, la decisión final se tomará después de las pruebas que realizarán durante estos días, cuando ys no esté hinchado y se pueda determinar la gravedad de la lesión.