La influencia de los jugadores más jóvenes en el desempeño del FC Barcelona en esta temporada ha sido evidente. Ronald Araújo ha sido uno de los que ha aprovechado al máximo cada oportunidad que Ronald Koeman le ha dado de saltar al campo y, en una campaña en la que el sistema defensivo del equipo ha estado comprometido, el central uruguayo ha destacado por su talento en el terreno de juego.
Araújo se ha beneficiado de las bajas de los centrales habituales, primero de Clément Lenglet y ahora de Gerard Piqué, que estará lejos del campo hasta marzo o abril, pero también de las dudas con respecto al desempeño de Samuel Umtiti, quien aunque ya está recuperado de sus dolencias en la rodilla, no termina de convencer al entrenador azulgrana.
A falta de Piqué, el charrúa se ha convertido en el segundo central del FC Barcelona y ha cumplido -casi- a la perfección su rol en el equipo. Al igual que en sus años en el filial del Barça, ha sabido respetar a sus compañeros, defenderlos y dar la talla, tanto en el campo como el vestuario. A sus 21 años, se ha ganado el respeto de los 'pesos pesados' y hay confianza absoluta en él.
El Barça tiene un central de garantías
En un momento complicado del Barça, sobre todo a nivel defensivo, Araújo pocas veces ha desentonado. Se ha destacado por funcionar bajo presión, asumir responsabilidad en el campo y anticipar muy bien las acciones de los rivales. Su físico y fuerza le ayudan, pero también es cierto que su inteligencia es lo que más le hace destacar en el Camp Nou.
Aún tiene mucho camino por recorrer y aspectos por mejorar, pero en un momento en el que las lesiones castigan en Can Barça y son casi nulas las posibilidades de salir al mercado a fichar un nuevo central, Araújo se perfila como una nueva joya del cuadro culé, a corto y largo plazo. No es Puyol o Piqué, pero ha demostrado que tiene muchas ganas de crecer en el Camp Nou y convertirse en un referente en su posición.