Árbitro definido, juego clave, tensión máxima... ¿Cómo se comportará Koeman?

El árbitro del Clásico será Sánchez Martínez y las estadísticas comienzan a hacer de las suyas de cara al partido de este fin de semana, con el recuerdo de los cuatro partidos de este tipo que ha pitado con una sola victoria blanca en 2017, ante los tres que ganaron los culés con marcador de 5-1 y 3-0, este último en dos ocasiones.

Uno de los matices que tendrá este juego para el árbitro llega desde el banquillo culé, con Koeman adoptando distintos papeles durante su estancia en el Camp Nou y ya se ha visto cómo reacciona cuando los juegos tienen alguna duda arbitral, celebrada si es a favor y criticada hasta el final cuando es contraria.

El Real Madrid tuvo una campaña bastante particular en la 20/21 cuando llegó a tener una gran cantidad de penales pitados en contra, dudas en el VAR de manera constante y siempre, con el argumento en contra. Fuera de analizar la labor arbitral, el club decidió no volver a emitir una palabra del tema salvo un Zidane algo implicado en las jornadas finales.

Mientras que en Barcelona las cosas no son muy distintas como club, pero el entrenador ha apuntado con fuerza contra los árbitros cada vez que una jugada dudosa determina el marcador final en contra del club, de hecho, estuvo cerca de sanciones en varias ocasiones, algo que este año no es tan claro porque prefiere atacar a su plantilla.

También las dudas en los equipos

La tensión que tendrá el partido será máxima porque en el Barcelona las bajas son menos en cuanto a la ofensiva, cuenta pendiente para Koeman, pero sin Pedri y con Jordi Alba tocado parece tener problemas nuevos en el vestuario, que sigue escuchándolo atacar la competencia que pueden brindar en momentos importantes.

El Real Madrid no tiene laterales claros, Hazard sigue a lo suyo y en ataque es Benzema y poco más, porque tampoco hay delanteros. Vinicius parece haber cambiado muchas cosas, sobre todo la puntería, algo que claramente beneficia al equipo pero todavía hay intermitencia, por lo que Ancelotti, además de la estadística arbitral, tendrá un dolor de cabeza con su plantilla.