El pasado mes de enero, el FC Barcelona tomó la decisión fulminante de despedir a Ernesto Valverde, después de que el equipo cayese eliminado de las semifinales de la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid. El club azulgrana rastreó el mercado, tanteó varias opciones y, por distintas razones, el elegido acabó siendo Quique Setién, sin experiencia en un grande pero con una filosofía que encajaba a la perfección con el club.
El reto que el cántabro tenía por delante era mayúsculo, ya que debía asumir las riendas de un equipo potente, con la exigencia de ganar títulos y sin tiempo para prepararlo todo mediante una pretemporada. Setién entró en el equipo mostrando su personalidad y, desde el inicio, implantó un esquema distinto al de sus antecesores que se basaba en una línea de tres defensas centrales, carrileros largos y dos atacantes.
La idea del santanderino no obtuvo buenos resultados, por lo que finalmente tuvo que volver a rectificar y apostar nuevamente por el 4-3-3 clásico. De cara a la próxima temporada, pese a que el calendario estará apretado por el coronavirus y podría no haber tiempo de hacer otra pretemporada, Setién podría probar de nuevo ese 3-5-2 en el que tanto confió cuando entrenaba al Real Betis.
Hay que contar que, aunque la capacidad financiera del FC Barcelona no está para tirar cohetes por culpa del parón, se buscarán fórmulas para poder reforzar la plantilla con los fichajes que se desean que, actualmente, son los de Neymar, Lautaro Martínez, un central y un centrocampista de corte físico. Con todos estos refuerzos, Setién podrá adaptar mejor su idea de juego, en lugar de encontrarse con un equipo ya hecho.
Así adaptaría Setién el equipo a su idea inicial
Uno de los grandes objetivos del FC Barcelona de cara a la próxima temporada es el de hacerse con un defensa central que dé garantías al equipo. Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti son los únicos que hay a día de hoy en la plantilla, y el franco-camerunés es transferible. Ese tercer central podría ocupar el tercer puesto en la línea de tres de los azulgranas, junto a Piqué y Lenglet.
Setién emplearía dos laterales largos, con más libertad de incorporarse al ataque dando amplitud por las bandas. Ahí, Jordi Alba sería un jugador fundamental en el perfil izquierdo mientras que, si se va Nélson Semedo, el perfil derecho lo podrían ocupar Sergi Roberto o un extremo reconvertido (algo que el cántabro ya llegó a emplear en algún partido cuando llegó colocando ahí a Ansu Fati). Ousmane Dembélé, que en algún partido jugó ahí con Valverde, o Antoine Griezmann por su capacidad de trabajo serían opciones posibles, mientras que Ansu Fati podría repetir en esa posición de falso carrilero.
En el centro del campo, se requerirá mucho control, aunque también trabajo. Sergio Busquets sería la base del equipo, mientras que a su lado debería tener hombres que asegurasen el pase, como Frenkie de Jong y Arthur Melo, o también ese centrocampista trabajador que el club anda buscando. Recordemos que Carles Aleñá regresará al equipo, mientras que Arturo Vidal e Ivan Rakitic podrían marcharse.
Por último, en este hipotético 3-5-2, se espera que Leo Messi sea el enganche por el centro, el mediapunta con libertad que enlazaría el centro del campo con la delantera. Por delante del 10, hay numerosas combinaciones que podrían darse dependiendo de si finalmente llegan Neymar o Lautaro, o de si se concretan marchas como las de Griezmann o Dembélé.