Tal vez nadie les recordó lo que se jugaba en el Camp Nou a los jugadores del Barcelona, pero el partido que terminó 0-0 ante el Atlético de Madrid era el tren directo al campeonato de Liga en la actual temporada y al parecer, no se enteraron de esto en el vestuario culé, que poco y nada de carácter mostraron.
Ganar por decreto ha sido uno de los males mayores que ha tenido el Barcelona en los últimos años y se entiende que el Atlético de Madrid es un club de arriba, así que el no haber conseguido los tres puntos no sería reproche. No en vano lleva tanto tiempo Simeone en la capital y hasta una Liga les quitó a los culés y al Real Madrid.
Pero, ¿qué pasó? ¿Por qué la apatía? ¿Tanto se desgasta el físico de un partido a otro? Ante el Valencia no fue el partido más brillante pero las ganas estaban ahí y fue palpable la sensación de que si faltaba el fútbol sobraría la entrega. Hoy se presentó el mismo equipo que contra el Granada perdió una gran oportunidad, hoy se confirmó esa oportunidad perdida.
El Atlético lo hizo bien, faltaría decirlo, pero tampoco tuvo que llevar a fondo el pulmón para salvarse, porque al final queda la imagen de que fue el Barcelona el que pudo salvarse tras 90 minutos en los que cada sprint colchonero generaba un frío en la espalda y de no ser por Araújo, imperial en el Camp Nou, algún reproche mayúsculo habría hoy.
No estuvo Koeman en el banquillo y tampoco era tanta la diferencia porque solo Busquets ameritó un verdadero movimiento táctico, el mismo que terminó de condenar al equipo al sacar a Frenkie de Jong de la zona Messi. Se desconectó el holandés del área creativa y se terminó de diluir un equipo que de alma, poco.
¿No se estaban jugando LaLiga? A nadie se le olvida la remontada en la tabla que tal vez haya sido también por el bajón del Atleti, que todavía puede pinchar en alguna jornada de las que restan, aunque ahora también el Real Madrid es amenaza seria, porque no solo tiene a favor el average sino que de ganar al Sevilla, los puntos también estarán de su lado en detrimento del Barcelona.
Messi algo intentó, aunque se vio solo con un Griezmann que fue bien anulado por una ordenada defensa colchonera que probablemente tuvo uno de sus mejores partidos esta temporada. El Barcelona se vio cauto, paciente, como si fuese el puntero de la tabla y tuviese todas a su favor, como si el cabezazo de Dembelé cerca del final no hubiese valido un campeonato.
Pedri tiene 18 años y sí, está agotado al final de la temporada, no es fácil a su edad asumir tanto de un día para otro y rendir 38 jornadas como si fuese un veterano. Se fue Busquets y en el banquillo no había nada de garantías para compensar su ausencia, porque cumplir su labor no es sencilla y tal vez por eso se insiste en Wijnaldum desde el cuerpo técnico.
El tren de LaLiga parece haber partido y el Barcelona se quedó con las maletas en la estación, a dos puntos del Atlético y con calculadora en mano, sacando cuentas mientras el chofer hacía el último llamado. Faltará saber si Levante, Celta y Eibar no agudizan estas últimas jornadas de Liga para los culés.
Vascos y andaluces en las oraciones culés
El Sevilla será el rival del domingo para el Real Madrid, que también tiene pendiente un encuentro con Athletic Club de Bilbao. Ambos equipos serán los principales socios del Barcelona que todavía tiene opciones para conseguir el título, esperando que la Real Sociedad también les ayude cuando visiten el Wanda Metropolitano.