La eliminatoria entre el Barcelona y el PSG dejó luces y sombras para el equipo culé. Una buena imagen con brega y carácter no dejó de lado el hecho de que los octavos se complicaron por la imagen dada en el Camp Nou semanas antes, llevándose tres goles de Mbappé que dilapidaron las opciones de avanzar.
Pero en la vuelta, todo pudo cambiar cuando a Lionel Messi se le puso en frente la posibilidad de adelantar al equipo con una pena máxima por error de Kurzawa. Keylor se paró como el valiente que siempre ha sido y entre su talento y el poco común cobro del argentino, salvó la ocasión y evitó que el Barcelona tomara aire en el juego.
Caer en los “y si” siempre será un error subjetivo que abre un abanico de posibilidades para ambos bandos, aunque solo queramos ver el nuestro. “Y si Messi anotaba, remontábamos”, “Y si el VAR pitaba la invasión en la medialuna, Messi cobrara de nuevo y no fallaba”. Pero lamentablemente falló, no hubo VAR y el Barcelona dejó su último suspiro allí, donde más duele por haber sido en los pies de su gran figura.
El capitán se desconectó después de eso, a pesar del golazo, de haberlo intentado, ya no se veía igual y el equipo lo sintió. Para nada es su culpa, porque lleva años siendo el auténtico rey del balompié y solo se le quita el trono, según se vea, si entra Cristiano Ronaldo en el debate, que sea mejor o peor, es el único que puede comer en la mesa en la que siempre se quiso sentar Griezmann.
Aquel fallo estuvo detrás de Messi el resto del encuentro, al final del mismo y de hecho, todos estos días, donde se siguen lamentando del penal fallado por la máxima figura del club en la historia, a pesar de tener un 1-4 en contra desde el Camp Nou.
Tal vez la inocencia o esperanzad de remontar otra vez ante el equipo al que eliminaste con un 6-1 juega en contra de quienes señalan ahora un fallo que por cierto, no es poco común, porque su estadística es más que favorable, pero no está muy cerca del 100% de acierto. Porque para fallarlo hay que cobrarlo y en otros momentos, ya hubo algunos que ni cobrarlo quisieron, teniendo más personalidad el propio Braithwaite.
Seguir avanzando
Messi seguirá en el club hasta el final de temporada al menos y si llega a ganar Liga y Copa, habrá quien diga que por el penal fallado por Lio no hubo un triplete. Tal vez sea su culpa, que acostumbró al planeta a hacer cosas fuera de lo común. Pero seguirá, a falta de saber si se va a otro equipo la próxima temporada, y seguro algún penal anotará.